Oviedo / Madrid,

L. MUÑIZ / Agencias

El Gobierno está a la espera de que la UE flexibilice el objetivo de déficit de este año para sentarse a negociar con las comunidades autónomas «una nueva senda» para cumplirlo, en palabras del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el miércoles en el Congreso.

Esa «nueva senda» conllevaría también un nuevo reparto del cumplimiento de la orden dada por Bruselas. Las comunidades tienen ahora fijado el tope de déficit en el 0,7 por ciento del PIB (en 2012 fue del 1,2%), y algunas, como Cataluña, ya han adelantado que lo superarán.

El Gobierno quiere zafarse de esa presión, pero antes necesita que la Comisión Europea también afloje y le permita superar el objetivo del 4,5% establecido para este año. Lo malo es que Bruselas está retrasando la decisión.

Montoro dijo el miércoles que faltan unas «pocas semanas» para contar con una «senda diferente de déficit público». Y hasta que este camino no se abra, el Ejecutivo de Mariano Rajoy no podrá ponerse a negociar con los consejeros de Hacienda de las comunidades.

Sobre la mesa ha estado también la posibilidad de que cada autonomía tenga un objetivo de déficit diferente, pero, según publicó ayer el diario «El País», esa opción ha sido descartada de momento.

Con todo, ésta será seguramente una de las cuestiones que se analizarán en la próxima reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), prevista para la semana que viene, en la que se estudiarán nuevas fórmulas para repartir el desfase entre gastos e ingresos de las administraciones.

La cuestión del déficit, siempre candente, puede ser ahora de gran utilidad para el Ejecutivo del PP, sobre todo si es capaz de presentar una relajación del objetivo de déficit como una concesión a la comunidad que más se está rebelando en éste y otros sentidos: Cataluña.

Ser más flexible con la Generalitat en este aspecto podría contribuir a suavizar el enfrentamiento entre los gobiernos de Madrid y Barcelona a cuenta del desafío soberanista de CiU y ERC, detrás del cual está la queja permanente de Cataluña de que aporta al resto del Estado mucho más de lo que recibe.

También el Gobierno del Principado reclamó ayer al Ministerio de Hacienda que flexibilice los objetivos de déficit, una reivindicación a la que, hasta el momento, el Ejecutivo central ha hecho caso omiso.

Tanto la consejera de Hacienda, María Dolores Carcedo, como el portavoz del Gobierno regional, Guillermo Martínez, habían exigido un reparto «más justo» de los techos de déficit en relación con el resto de las administraciones, la regional y la local.

Hasta ahora, el Gobierno de Rajoy se ha negado, alegando que cualquier relajación podía disparar la prima de riesgo de la deuda española. Asturias fue una de las regiones que mejor cumplieron los objetivos de contención del déficit fijados para el año pasado.

De hecho, después de Extremadura (0,69 por ciento del PIB), Asturias empató con La Rioja, con un 1,04 por ciento, seguida de Madrid (1,07%) y Cantabria (1,13%).