Barcelona, Agencias

El Gobierno catalán se valió ayer de los resultados de la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) para justificar el desafío soberanista y la celebración de la consulta de autodeterminación que planea convocar en 2014. A juicio del portavoz del Ejecutivo de CiU, Francesc Homs, los datos del sondeo demuestran que Cataluña «debe poder decidir su futuro».

Según los resultados del barómetro, un 37% de los catalanes está a favor de que España sea un Estado en el que se reconozca a las comunidades autónomas la posibilidad de independizarse.

Con estos datos en la mano, explicó Homs, asimismo consejero de Presidencia, el Gobierno central «debería dar voz al pueblo catalán» y dejar a un lado afirmaciones «incomprensibles» como que Cataluña no es un sujeto y no tiene por qué ser preguntada.

Así las cosas, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, defendió la necesidad de convocar la consulta «a lo largo de los próximos meses» o, en cualquier caso, «lo más pronto posible», dado que, a su juicio, la situación de Cataluña es «desesperada». Aún más claro: Cataluña, según Junqueras, debe pronunciarse sobre su futuro antes que Escocia, que tiene programado su referéndum en septiembre de 2014.

De su lado, la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, acusó al primer secretario del PSC, Pere Navarro, de «hacerle el trabajo sucio» al presidente catalán, Artur Mas, al «tratar de legalizar el proceso separatista» que pretende el Gobierno catalán. El PSC ha anunciado que mañana acudirá a la cumbre soberanista convocada por Mas junto con CiU, ERC e ICV.

Con el fin de reformar la Constitución en un sentido federal, el PSC propone que la Carta Magna reconozca la «singularidad» de algunas comunidades y permita explícitamente convocar referendos o consultas «de carácter territorializado». Sánchez-Camacho hizo referencia a esta última idea para acusar al PSC de incorporar «una ilegalidad» a la Constitución, y sentenció: «Le llaman derecho a decidir cuando en realidad están hablando de separatismo. Que no nos intenten engañar con eufemismos».