El secretario general de la Federación Socialista Asturiana, Javier Fernández, aseguró ayer que la cohesión en el partido es evidente. "Estamos en un momento en el que la unidad hay que reflejarla porque está clara, porque el objetivo es ganar las elecciones", manifestó el presidente asturiano a su llegada a la reunión del Comité Federal del partido que se celebró en Madrid.

Fernández se sumó así a la mayoritaria sensación que estos días se vive en el partido: aparcar cualquier atisbo de tensión interna mientras dure la campaña y ajustar las cuentas si es necesario una vez que se hayan visto los resultados. En medios socialistas se destaca que este aparente clima de calma interna puede saltar por los aires incluso la misma noche electoral, en el caso de que Pedro Sánchez no consiga mejorar los datos del 20-D.

Pero si ya las discrepancias internas con Pedro Sánchez parecían acalladas, la petición de la federación valenciana para concurrir conjuntamente con Podemos al Senado ha vuelto a hacer saltar las chispas. De ahí que los dirigentes socialistas se esforzaran en trasladar el mensaje de que no existen fisuras.

La dirección del PSOE asturiano es especialmente reticente a cualquier aproximación a Podemos. Ya mostró su rechazo a las negociaciones de Pedro Sánchez para buscar una alianza de cara a conformar un gobierno y reemplazar a Mariano Rajoy. Ya mucho antes Javier Fernández anticipó que no habría otra salida al escenario político que una repetición de las elecciones generales. Las relaciones entre socialistas y podemistas son especialmente tensas en el parlamento asturiano, condenadas a una aparente imposibilidad de entendimiento.