El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, y el de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, acordaron ayer actuar conjuntamente para reclamar asuntos de interés mutuo como el Corredor Mediterráneo. Con este acuerdo ambos buscan "normalizar" la relación entre los dos gobiernos.

En una conferencia de prensa conjunta, tras reunirse en Barcelona, Puigdemont ha avanzado que el próximo Gobierno central va a notar el "aliento en la nuca de valencianos y catalanes" para reclamar el cumplimento de una "deuda histórica" como el Corredor.

Tanto Puigdemont como Puig han coincidido en la necesidad de romper una "larga incomunicación institucional" entre ambos ejecutivos autonómicos para abrir una nueva etapa en la que pretenden ir juntos en la defensa de intereses que comparten los dos territorios.

Los dos presidentes coinciden en la insuficiencia de la financiación autonómica, aunque el acuerdo de ayer no entra en esos aspectos. Cataluña no quiere liderar un nuevo modelo de asignación de fondos a las comunidades.

El malestar valenciano por sus restricciones presupuestarias se puso ayer de nuevo de manifiesto después de que el Tribunal Constitucional (TC) rechazase el recurso que la Generalitat Valenciana contra la Ley de Presupuestos Generales del Estado para 2016, por estar en contra del llamado Fondo de Suficiencia Global, que impone a la comunidad un pago al Estado de 1.329.533.560 euros.

El pleno del tribunal de garantías tomó por unanimidad la decisión, que supone rechazar que, tal y como argumentaba el ejecutivo valenciano, la norma recurrida vulnere el principio de seguridad jurídica recogido en la Constitución y la garantía de la prestación de los servicios públicos fundamentales, también dotada de rango constitucional.

En su recurso, el Consejo de Gobierno de la Generalitat solicitaba que se anulase la obligación de ese pago que la norma imponía a la Comunidad Valenciana mediante un cálculo que estableciera un incremento, en idéntico importe, de la financiación correspondiente a dicha Comunidad Autónoma.

En clave de política de partido, el presidente valenciano, Ximo Puig, descartaba ayer que si el líder socialista, Pedro Sánchez, no obtiene buenos resultados electorales el próximo 26 de junio se desate una "operación de derribo".