"La campaña del miedo ha movilizado y concentrado el voto conservador". Así explica la dirección de Podemos el fracaso de sus expectativas en las elecciones del domingo pasado. "Ni la confluencia ni la campaña han sido decisivos" para que los resultados de las urnas fueran más exiguos de lo esperado. Anticipándose a los resultados de las consultas a los círculos y al debate que el Consejo Ciudadano mantendrá el próximo 9 de julio, la dirección del partido expuso ayer las conclusiones de su análisis tras un reunión con representantes de IU y del resto de las confluencias. Antes, Pablo Iglesias, en su programa "Fort Apache" avanzaba ya que la pérdida de apoyos responde al "miedo a lo nuevo". "Creo que esos votantes han sido la clave para entender lo que nos pasó en las últimas elecciones. Tienen simpatía por nosotros, agradecen el meneo que le hemos dado a la política española, responden a un encuestador que nos van a votar, pero ante la evidencia de que podíamos gobernar deciden finalmente no votarnos", sostiene el líder de Podemos. Iglesias considera que ni el "bajo perfil" de su campaña ni el acuerdo con IU han sido determinantes. "Ambas hipótesis", explica "contribuyen a alentar el enfrentamiento interno en Podemos", del que pueden sacar partido sus adversarios. En la misma línea, el segundo del partido, Íñigo Errejón manifestaba ayer que "vamos a seguir debatiendo en abierto, eso no es necesariamente lo mismo que haya división. Debatimos con honestidad y discutimos, pero vamos todos a una". Iglesias y Errejón quisieron reforzar ayer esa ausencia de tensión entre ambos acudiendo juntos a la reunión de la dirección y saliendo a la vez después.