La polémica sobre la vivienda protegida, que lleva una semana golpeando al senador de Podemos Ramón Espinar, candidato a dirigir el partido en la Comunidad de Madrid, tocó ayer al líder de la formación morada, Pablo Iglesias, a quien el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, y la presidenta de la comunidad, Cristina Cifuentes, reprocharon que, percibiendo un sueldo de diputado, resida en un piso de protección oficial.

"Creo que el señor Iglesias se puede permitir el lujo de no tener que vivir en una vivienda de protección oficial", dijo Hernando, quien criticó el "cinismo" de los dirigentes de Podemos, que defienden causas y critican el sistema, para "luego aprovecharse del sistema más que nadie".

"Los de Podemos tienen una relación particular con las viviendas de protección oficial: quiero recordar que Pablo Iglesias vive en una vivienda protección oficial que es de su familia, pero no es suya", le espetó Cifuentes, que negó que la Comunidad de Madrid filtrara el informe sobre la compra-venta del piso protegido de Espinar que desató la controversia. El senador de Podemos reconoció que ahora, como cargo público, se plantearía cómo vender el piso protegido que compró en 2011, sin llegar a ocuparlo, pero reiteró que la operación fue "absolutamente impecable" en términos "jurídicos y legales".

Entre tanto, la presidenta del Parlamento balear, Xelo Huertas, de Podemos, votó ayer con el PP y en contra de su partido y el resto de la izquierda en una moción de los populares, y anunció que presentará querellas por su suspensión de militancia.