España se prepara para prevenir eventuales ciberataques o intentos de interferir en unos comicios por parte de Rusia o de otros países extranjeros, ha revelado este viernes el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis.

En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, Dastis ha reconocido que en España podría suceder lo que ha ocurrido en países como EEUU y Francia, donde se han filtrado informaciones a los medios de comunicación -algunas directamente falsas, otras presuntamente obtenidas por el espionaje- para perjudicar a unos candidatos frente a otros.

"Si ha sucedido en otros Estados miembros no veo por qué no va a suceder en España", ha reconocido el jefe de la diplomacia, que ha desvelado que los servicios de inteligencia y de Defensa se están preparando y están trabajando junto a otros países socios "para hacer frente" a esta amenaza.

Preguntado por el proceso electoral en Francia, Dastis no se ha mordido la lengua a la hora de admitir que prefiere "no imaginar" una victoria de la candidata de la ultraderecha en Francia, Marine Le Pen, en las presidenciales de esta primavera. Cuando el entrevistador le ha advertido de que sus palabras no eran muy diplomáticas, le ha contestado: "Es que luego hay que vivir con ello".

No obstante, ha confiado en que en Francia finalmente triunfe "una fuerza que no sólo respeta a Europa, sino que es partidaria de más integración" en la UE.Supuesta injerencia rusa a lo largo y ancho del planeta

En EEUU, el FBI investiga si Rusia interfirió en la campaña de las pasadas presidenciales de noviembre para favorecer al candidato republicano Donald Trump frente a su rival demócrata Hillary Clinton, a la que piratas informáticos robaron información de su correo electrónico personal que se filtró después para perjudicarla.

En Francia, el candidato centrista y favorito en las encuestas, Emmanuel Macron, se ha visto obligado a desmentir una presunta relación homosexual y extramatrimonial que se le ha intentado atribuir desde ciertos medios de comunicación. Macron ha afirmado públicamente que no quiere pactar con el presidente ruso, Vladimir Putin, que tiene más afinidad con Le Pen o Fillon.

Sin embargo, las revelaciones periodísticas que más impacto han tenido en la campaña francesa afectan a Fillon, inmerso en una investigación judicial por haber contratado con dinero público a su mujer y dos hijos para que hicieran presuntamente trabajos ficticios como asistentes parlamentarios.

En Países Bajos, el Gobierno decidió volver al recuento manual de los votos en las elecciones de la semana pasada precisamente por temor a una interferencia de Rusia para favorecer al partido eurófobo y de extrema derecha de Geert Wilders, que quedó segundo finalmente.