Entre los cuatro suman más de 135 años de militancia, casi tantos como de historia tiene el PSOE. Conocen bien el partido, al haber desempeñado cargos públicos u orgánicos, y ahora observan el episodio más crítico en la historia del partidos desde la perspectiva del afiliado de base. Coinciden en el tratamiento para superar el trance: generosidad en el vencedor, asunción del resultado por parte de los candidatos que pierdan y "guardar las espadas" tras 9 meses de enfrentamientos entre compañeros, en los que se han cruzado límites impensables en la organización socialista no hace mucho tiempo. "Se ha tocado fondo", diagnostican mientras piden reflexión para evitar una caída similar a la del socialismo francés.
Roberto Rodríguez "Zapa", afiliado de la agrupación de Mieres, concejal de ese ayuntamiento durante 16 años, asiste a un momento "peliagudo" para el socialismo con la experiencia que le da haber visto "otras situaciones parecidas". No tiene la menor duda al proponer el tratamiento que necesitará el PSOE el día después de las primarias. "Generosidad por parte del que gane y asumir la responsabilidad del resultado por parte del resto. Y sin que nadie mire el retrovisor: hay que tener altura de miras y no pasar factura".
Tiene clara la filosofía que ha hecho del PSOE uno de los partidos centrales en la política española. "Una vez que se vota, el siguiente paso ha de ser conseguir la unidad. No pueden seguir los enfrentamientos", apunta Roberto Rodríguez, que señala como acelerador de la reciente división interna el uso de las redes sociales. "Ofrecen unas posibilidades maravillosas a la participación, pero en estos meses hemos visto como han sido altavoz para la descalificación y el insulto", afirma el exconcejal mierense, testigo de "fuertes discusiones", tanto en el ámbito federal como en las agrupaciones locales y la federación regional, pero nunca con "la virulencia" de la librada ahora. Y lanza un aviso. "Hay que recomponer el partido, no podemos repetir lo que ha pasado en Francia. El lunes hay que estar entorno al ganador como un piña y luego debatir en el congreso federal, que es el espacio para hacer autocrítica con sentido común y buscar la solución porque España necesita un PSOE fuerte, es la única alternativa al PP para un proyecto progresista, que recupere derechos sociales".
Jorge Fernández Bustillo, exconsejero regional y exportavoz en el Ayuntamiento de Oviedo, también lleva afiliado al PSOE desde principios de los años 80, apela igualmente a "la generosidad" para superar el enconamiento interno. "El PSOE ha sido capaz otras veces de levantar la cabeza y recuperarse. Ahora se ha llegado a una situación límite y, por desgracia, ha primado la emotividad cuando se requiere racionalidad". Para el exconcejal, los principios que inspiraron la fundación del PSOE hace casi 140 años siguen vigentes: "Es el partido de la igualdad entre hombres y mujeres, de la defensa de los trabajadores y del bienestar social". Y por eso confía en "la generosidad de Pedro Sánchez, Susana Díaz y Patxi López para que entiendan que el partido está por encima de ellos y que para ganar elecciones hay que conseguir más votantes que los militantes del PSOE". Y una recomendación: "Toca guardar las espadas".
Gonzalo Olmos se afilió las Juventudes Socialistas hace 20 años y decidió sacar el carné del PSOE cuando el PP logró la mayoría absoluta en 2000. Exconcejal en Oviedo, mantiene una militancia activa. "No se puede mirar para otro lado", argumenta, ante una situación "dura", que tiene causa en la crisis de la socialdemocracia "de la que el PSOE no se salva ni es ajeno". Para el día después de las primarias "es importante que todos los candidatos respeten el resultado y lo asuman con todas las consecuencias y con lealtad a lo que elijan los militantes". Olmos no vacila en exigir "un cambio total de ambiente y de actitudes" puertas adentro. Tras la tempestad, "toda responsabilidad, unidad y construcción de un proyecto reconocible y coherente", según el exedil ovetense, que admite que las redes sociales "han permitido una participación más activa, pero también más pasional".
Julio Ramos es mucho más conocido por su trayectoria en la escena musical asturiana que por su militancia en la agrupación de Gijón. "No sé si es más un deseo que otra cosa pero el lunes hay que recomponer la situación. Es el deseo de todos. No recuerdo algo así en los 40 años que llevo militando en el partido. Las redes sociales han servido de amplificador a la crispación", afirma este afiliado de base, que también apela a "la generosidad y a un debate sereno. No cabe otra receta. El PSOE no puede ser una jaula de grillos. Ha habido pugnas entre el felipismo y el guerrismo, entre Borrell y Almunia pero ahora tienen otro tinte".
