Como medida de seguridad ante posibles ataques terroristas con vehículos, las grandes ciudades de Europa están instalando "bolardos" en sus calles: grandes y pesados obstáculos que impiden el paso de automóviles y que se instalan, generalmente, en zonas muy concurridas. Conmocionados por los ataques sufridos en Francia y Bélgica, una empresa de Pruvia (Llanera) diseñó hace algo más de tres meses el bolardo definitivo: "un obstáculo que bloquea y frena a los vehículos que pretendan pasar a través de él".
"Trabajamos desde la base de que parar un camión de 30 toneladas es imposible. A partir de ahí nos pusimos a diseñar un producto que, ya que sabemos que no podemos frenar un vehículo por impacto, lo consiguiese de otra forma", explica Carmen Álvarez, al frente de Prefabricados Alve, una pequeña factoría que fabrica todo tipo de productos en hormigón.
De esta forma, dieron luz al "Lego-shield" -"escudo-lego en su traducción al castellano"-, un bloque de hormigón armado de 2.400 kilos con ocho "pivotes" en su parte superior. "El impacto de un camión contra uno de estos bloques hace que, por el golpe, éste se eleve sobre el bolardo. En ese momento, los salientes de la parte superior hacen de ancla y atrapan el vehículo por abajo. Si se trata de un camión de tracción delantera quedaría inmediatamente inmovilizado; y si es uno de tracción trasera, el conductor pierde la dirección. Es lo más eficaz que conocemos", relata Álvarez.
Además, la empresa asegura que este obstáculo no sólo es eficaz contra vehículos, sino que también es inofensivo en caso de avalancha humana. "En caso de que hubiese una multitud embotellada contra los bloques, su altura hace que la propia fuerza que ejerce la masa lance a los individuos hacia el otro lado", explica Álvarez.
El "Lego-shield" tiene también un "hermano pequeño", de la mitad de peso y tamaño, "perfecto para zonas en las que no entra el grande o no es necesario". Todos ellos pueden montarse unos encima de otro, como si de una pieza del popular juego "lego" se tratase. "Con esa altura y peso, el conductor fallece", advierte.
La firma llanerense tardó poco más de un mes en desarrollar el producto. "Una jardinera no para nada en caso de ataque con un vehículo. Puede pesar dos toneladas, pero con el impacto, la tierra se desparrama y no tiene más consistencia que la del propio continente. Fue una de las primera opciones que desechamos", asegura la empresaria, que trabaja para "disfrazar" los "Lego-shield". "La idea es ponerle césped y flores artificiales para que, en caso de dejarlos en un lugar fijo, no den esta sensación tan industrial", agrega.
Conscientes del nivel de alarma instalado entre ciudadanos e instituciones tras el reciente ataque en Barcelona, Alve se lanza ahora a diseñar un catálogo de productos "antiterroristas". "No tenemos ningún departamento de investigación, ni tampoco una plantilla de ingenieros; sólo somos una empresa pequeña que centró todos sus esfuerzos en encontrar una solución a un gran problema que, lamentablemente, no va a solucionarse mañana", aseguran desde Alve, la empresa que desde Llanera lucha contra el terrorismo.
