La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tras la consulta sobre la secesión catalana | La visión desde Asturias

"No se puede jugar con la democracia que todos ganamos", dice Rozada, histórico socialista

El luchador antifranquista rechaza el diálogo con la Generalitat y apuesta tajante por encarcelar a los dirigentes independentistas

Nicanor Rozada, siguiendo el Pleno del Parlament de Cataluña. MIKI LÓPEZ

Nicanor Rozada nació en La Paré (San Martín de Rey Aurelio) en el año 1928 y formó parte de la resistencia antifranquista con sólo 16 años siendo enlace de la guerrilla en la Cuenca del Nalón. Este histórico militante socialista consideró ayer, mientras escuchaba la intervención de Carles Pugdemont, que "no se puede jugar con la democracia y la libertad que ganamos todos los españoles" tras la dictadura. Rozada sufrió la cárcel y el destierro durante el Régimen de Franco por su lucha. Ahora considera que la única solución al conflicto catalán es que Mariano Rajoy actúe con una "determinación tajante y cortante" y proceda a "encarcelar" a los dirigentes independentistas dejando que sea la Justicia la que dirima responsabilidades.

La reacción del Gobierno a las palabras de Puigdemont hace desconfiar a este hombre que "ha visto mucho", como él mismo dice. Piensa que Rajoy debería haber "intervenido hace un mes para pararle los pies a los independentistas".

"Esto no tiene ni pies ni cabeza. Esta gente está loca", exclamaba al teléfono de modo vehemente un Rozada que no cree ni entiende la llamada al diálogo del presidente de la Generalitat. "No hay diálogo, usted está fuera de lo que es la legalidad de la Constitución y la democracia", subrayó.

La puerta abierta al diálogo por Puigdemont la vio como un "un juego de charlatanes" para que el "conflicto se alargue indefinidamente" permitiendo a los independentistas ir "ganando terreno" ante la comunidad internacional.

Después de toda una vida trabajando en la mina, Rozada se jubiló en 1984 y empezó una etapa de escritor donde relató la historia de la resistencia en las Cuencas. Ayer posaba su mirada en nuestra historia como país y establecía uno de esos paralelismos que tanto se oyen estos días.

Para este nonagenario, Mariano Rajoy se encuentra en la misma encrucijada que Casares Quiroga en los meses previos a la sublevación militar de 1936. Si el que fuera presidente de la República hubiera actuado contra los generales Mola, Sanjurjo y Franco, no habríamos sufrido el golpe de estado y la guerra.

"Quien juega con fuego acaba quemándose", aseguraba un Rozada que teme que el Gobierno "se deje embaucar y se embarque en un proceso que no sabemos como puede terminar".

Es por ello que piensa que el Presidente de Gobierno no debe caer en el error de Quiroga y tiene que "actuar con las armas que tiene en sus manos para cortar inmediatamente" con el desafío soberanista planteado en Cataluña.

Sobre el papel de su partido, aseguró que el PSOE se ha definido en favor de la Constitución, de la democracia y, en este caso, del Gobierno. "No puede ser de otra manera", incidió. "Quisiera estar allí y verlo cara a cara para decirle que mi democracia, mi libertad. Me la he ganado a pulso", finalizó la conversación un Nicanor Rozada indignado con un presidente catalán que "no tiene autoridad ninguna para romper la convivencia democrática de España".

Compartir el artículo

stats