Primer requerimiento. "Lamento profundamente que haya decidido usted no contestar el requerimiento remitido el pasado 11 de octubre. (....) No sólo el Gobierno de España, sino todos los catalanes, tienen derecho a saber con certeza si su declaración ante el Pleno del Parlament o la firma posterior de un documento redactado en términos inequívocos, implican la declaración de independencia, al margen de que ésta se encuentre o no en vigor".

Segundo requerimiento. "Espero que en las horas que quedan hasta que se cumpla el segundo plazo (...) responda con la claridad que todos los ciudadanos exigen y el derecho requiere".

El artículo 155. "Ciertamente el requerimiento que yo le envié supone el paso previo al procedimiento establecido en el art. 155, que, en contra de lo que usted afirma, no implica la suspensión del autogobierno, sino la restauración de la legalidad. (...) Ante todo es una oportunidad para reconducir el grave deterioro de la convivencia, para que la Generalitat vuelva a la ley (...) La vuelta a la legalidad (es) previa para cualquier diálogo democrático".

La UE. "Quiero aprovechar su referencia a la Unión Europea para recordarle que tanto las instituciones comunitarias como los gobiernos de los distintos estados miembros han expresado con rotundidad su posición contraria a la independencia y a la ruptura del principio de legalidad".

Diálogo. "No resultan creíbles sus llamamientos al diálogo en nombre del conjunto de Cataluña, cuando usted se niega a hablar con una parte importante de dicha sociedad a través de sus legítimos representantes".