Casi mil plazas de policía han quedado vacantes en tres autonomías: Cataluña, Madrid y Baleares. Y es el alto coste de la vida en esos territorios lo que ahuyenta a los agentes a la hora de pedir esos destinos, además del rechazo social que sufren en el caso de la primera de esas tres comunidades.

En la convocatoria de este año, según los resultados publicados en la orden general de la Policía, han quedado vacantes 1.266 plazas, de las que en torno al 78% corresponde a la Comunidad de Madrid (475), Cataluña (471) y Baleares (52).

Frente a los destinos que no se solicitan, en otras tres comunidades se cubren todos los puestos convocados: Asturias, Cantabria y Galicia, donde tradicionalmente se produce esta situación.

Este año también se han solicitado todas las de Ceuta y Melilla, mientras que en Navarra sólo quedaron vacantes dos, en La Rioja tres y en Castilla y León cinco, dentro del concurso general de méritos.