Irlanda del Norte logró una victoria histórica, su primera en una fase final de una Eurocopa, al superar de manera brillante a una inoperante Ucrania que se complica mucho así su permanencia en el torneo.

Un gol del defensa McAuley al inicio de la segunda parte y otro de Niall McGinn en el último suspiro del partido, que el árbitro suspendió unos minutos en el segundo tiempo por una tremenda granizada, fue la merecida recompensa que logró el combinado norirlandés por el imponente juego físico y correoso que desplegó durante todo el encuentro.

Un aficionado norirlandés falleció en la grada al sufrir un ataque al corazón.