J. E. S. P. fue denunciado ya en varias ocasiones por algunos hosteleros y trabajadores de la zona de Fomento a donde acude, según relatan, habitualmente para amenazar e intentar maltratar a las camareras. El gijonés, de 36 años, con un diagnóstico de esquizofrenia, fue ingresado en prisión el pasado 26 de diciembre tras un juicio rápido por haber amenazado a una mujer, a la que antes pidió cinco euros.

No era la primera vez que era protagonista de una acción de este tipo. Desde hace varios años algunos hosteleros de Fomento vienen denunciando sus continuos escarceos. Una de las camareras que trabaja en la zona asegura que: «En una ocasión vino y persiguió a una compañera mía a lo largo de la barra hasta que ella consiguió salir y llamar a la Policía». Pero cuando se presentan los agentes policiales no hay motivos suficientes para la detención, por lo que se ven obligados a dejarlo en libertad. Ahora, con el protagonista en prisión dicen sentirse «más tranquilas», explicaron a este diario.