R. V.

José María Pérez, portavoz de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Gijón, aseguró ayer que cualquier decisión final sobre los usos del edificio que actualmente alberga el Museo Piñole y el traslado de los fondos del pintor a otro espacio de la ciudad se hará «garantizando de forma minuciosa y sin dudas que el legado se quede en la ciudad». Mantener el vínculo de Nicanor Piñole y Gijón es la prioridad en una operación municipal que busca trasladar los fondos del pintor a otro equipamiento, en principio al futuro centro cultural de la Fábrica de Tabacos, para liberar un edificio que se utilizaría como sede para una escuela infantil de 0 a 3 años en el centro de la ciudad.

El traslado de la obra de Nicanor Piñole serviría también para incrementar el número de visitantes de su obra y «optimizar y racionalizar», en palabras de Pérez, la red de equipamientos culturales de la ciudad. Sin embargo, cualquier cambio debe ser asumido por los albaceas de la obra de Piñole para comprobar que se mantienen las condiciones del legado de la viuda del pintor a la ciudad.

Por otra parte, el concejal popular Manuel Pecharromán mostró ayer su malestar por la incorporación al debate de Carmen Rúa, la ex edil de Educación y ahora asesora de Jesús Montes Estrada. «No se sabe si el responsable es Justo Vilabrille o sigue siendo ella», sentenció.