Albina FERNÁNDEZ

«Moreda es un capricho urbanístico del ex alcalde Vicente Álvarez Areces y del ex concejal de Urbanismo Jesús Morales, pero es un barrio muy bien hecho y mejorando algunas cosas, como hacer las aceras más amplias, es un modelo que debería de exportarse a otras zonas, incluida la del soterramiento y olvidarse de torres que nada aportan a la tradición urbana de Gijón». Ésta es una de las conclusiones de la tertulia organizada por LA NUEVA ESPAÑA de Gijón en el barrio. La otra conclusión es que el proyecto de Junquera para soterrar las vías «perjudica» al barrio y no resuelve los problemas de aislamiento de la zona oeste.

Este proyecto es sin duda el tema que más preocupa en Moreda, porque afecta directamente a su futuro, según constataron los tertulianos. Félix Romero García, prejubilado de Hunosa, vivió antes en Pumarín. Teresa Escudero García, presidenta de la asociación vecinal desde hace cinco años, es trabajadora de la Administración central. Llegó al barrio desde Contrueces. José Luis Santamaría Conejo, marino en tierra de profesión, vivía en El Natahoyo. Isabel Castañal Fernández, parada, procede de Nuevo Gijón. Francisco Fernández Muñiz, representante jubilado, llegó hace siete años desde Avilés y es el más nuevo. Los demás inauguraron el barrio hace unos 13 años.

Teresa Escudero: Los problemas de Moreda son los de un barrio que está en la adolescencia. Es una casa nueva con goteras, aunque de equipamientos estamos muy bien y somos privilegiados porque un 80 por ciento del espacio son parques y jardines

José Luis Santamaría: El gran problema, la vía, sigue ahí.

Félix Romero: En realidad no sabemos cómo sigue, porque no tenemos ninguna información aparte de lo que dice la prensa. Y lo que sale no nos gusta, porque perderemos un tercio del parque.

Teresa Escudero: Lo que va saliendo es muy perjudicial para nosotros porque no sólo no desaparece la barrera actual sino que aumenta en altura y longitud, y encima nos comen el parque, que se vendió como el pulmón del Oeste y ahora quieren cargárselo.

Félix Romero: Vivimos con incertidumbre. Ahora se habla de 200 viviendas más en la zona de La Braña, pero no hay nada fijo.

Francisco Fernández: Lo lamentable es que no tenemos más remedio que tragar con todo, aunque nos bombardeen con eso de la participación ciudadana.

Teresa Escudero: Ese proyecto tiene mal aspecto desde el principio porque no se ve la ciudad como un todo, se va parcheando.

Félix Romero: Pues esa obra va a cambiar medio Gijón. Tampoco sabemos qué criterios se siguieron para elegir el proyecto.

Isabel Castañal: Desconocemos qué equipamientos van a poner y no estamos de acuerdo con que toda la obra se supedite a las plusvalías. Y no es lógico que hace 13 años lo mejor fueran cuatro alturas, como en Moreda, y ahora se quieran construir al lado unas torres inhóspitas, que no hacen ciudad, cuando hay espacio para hacer cosas buenas.

Teresa Escudero: Dentro de unos años nos arrepentiremos y gastaremos un montón para solucionar esta metedura de pata, como pasó con el Muro.

José Luis Santamaría: Ésta es una obra demasiado importante como para que se improvise, aunque tampoco hay acuerdo entre todos los barrios.

Teresa Escudero: Los que estamos más cerca de la estación seguimos la misma línea...

Isabel Castañal: Además de las vías también hay problemas de mantenimiento, las calles necesitan una capa de rodadura y el parque infantil se quedó muy pequeño, porque tenemos una natalidad alta. Lo mejor del barrio es que tiene personalidad propia.

Francisco Fernández: Además del mantenimiento hay que mejorar la limpieza y controlar el tema de los perros.

Félix Romero: La mejora de la limpieza es una necesidad apremiante, pero difícil de conseguir porque exige la coordinación entre la concejalía de Parques y Jardines y Emulsa. Entre unos y otros, la casa está sin barrer.

José Luis Santamaría: El asunto de las competencias nos llenó el río de maleza porque Confederación y Ayuntamiento se pasaron mucho tiempo la pelota. Y también hay que reconocer que la gente echa residuos al río.

Francisco Fernández: El año pasado murieron prácticamente todas las anguilas por algo que se arrastró de la zona industrial de arriba, pero hubo quien dijo en el Ayuntamiento que fue por falta de oxígeno.

Isabel Castañal: Ahora necesitamos una limpieza selectiva del río, no meter la pala y arrasar con todo porque tiene mucha fauna.

Félix Romero: Incluidas ratas.

Teresa Escudero: La atracción en el verano y la primavera es tirar comida a los patos desde los puentes, pero a quien se alimenta es a las ratas. Y por ese mismo motivo nos invaden las gaviotas y las palomas. La gente les echa comida y luego se queja de que lo ensucian todo.

Francisco Fernández: Y no tenemos autobús en las horas punta porque bajan llenos y no paran. Además se redujo la frecuencia en las líneas 1 y 4.

José Luis Santamaría: Lo bueno es que éste no es un barrio dormitorio, tiene vida tanto por sí mismo como por las personas que nos visitan porque en sus barrios no tienen ningún equipamiento. Lo que nos falta es una farmacia.

Isabel Castañal: En el comercio estamos un poco flojos, aunque el único empleo que generamos es en el sector servicios, pese a la tradición industrial del barrio.

Félix Romero: Esa tradición no debemos perderla, por eso la asociación vecinal organizó una exposición el pasado año de lo que fue la fábrica que creo que vio todo el mundo.

Teresa Escudero: El pasado fue bueno y el futuro lo será si se mantienen y se amplían los servicios, claro que si hacen muchas obras como la pista de patinaje, que nos quita luz y que no pueden utilizar los niños, me parece que vamos a patinar.

Isabel Castañal: Ése fue otro ejemplo de la falta de participación ciudadana, porque se nos presentó como algo ya hecho.

Félix Romero: Hay problemas, pero éste es un barrio muy guapo para vivir y ninguno de nosotros, que conocemos otros, lo cambiaríamos por ninguno.