R. GARCÍA / M. CASTRO

«Era una compañera que para mí valía muchísimo; sin Encarna no hubiera podido hacer muchas cosas». El presidente del PSOE de Gijón, Marcelo García, concluía así su intervención en el acto con el que los socialistas asturianos despidieron ayer a su esposa, Encarna Vega Costales, fallecida el jueves a los 90 años de edad en Gijón.

Después de toda una vida en común, compartiendo la lucha por el ideario socialista, Marcelo García fue el primero en tomar la palabra para glosar la figura de quien fue su compañera inseparable desde que la conoció en 1961.

Encarna Vega «era una mujer muy ingeniosa, muy generosa y muy valiente», además de ser «muy organizada y disciplinada; lo contrario a mí. Y muy de la bronca; a mí, reñíame mucho», relató Marcelo García con entereza, ante el ataúd de su esposa, a los centenares de asistentes, entre los que se repartieron rosas rojas.

De la mano de su marido, Encarna Vega acabó tomando parte en la lucha clandestina contra la dictadura, porque «tenía claro que las mujeres no podían quedar al margen y para ella eran compañeros de lucha los del PSOE, los anarquistas y los del PCE, sin distingos, porque decía $27$27hay que tirar a Franco$27$27», recordaba ayer Marcelo García, que apuntó que tomaron la decisión de casarse para que a ella le permitieran acudir a visitarlo a la cárcel de El Coto durante los 13 meses que permaneció preso tras la detención de 21 dirigentes de la oposición al régimen en 1967.

Encarna Vega murió en su casa, tal como quería, «después de llevarla a urgencias la última semana me dijo $27$27no me traigas al hospital, que quiero morir en casa; no quiero sillas de ruedas, barullo ni ruido$27$27», relató su viudo.

Una muerte digna que sólo pudo tener alguien que «fue capaz de vivir con una dignidad tremenda en una época durísima, muy oscura, en la que no había más que sufrimiento y dolor», destacó Fernando Lastra, que intervino en representación de la ejecutiva de la Federación Socialista Asturiana. Lastra calificó a Encarna Vega como «una persona que representa los valores que queremos que definan a los socialistas». En esta línea abundó Álvaro Cuesta, quien intervino en representación de la comisión ejecutiva federal del PSOE: «No se puede entender lo que representa nuestro país hoy, la España incluyente, no la excluyente; la España democrática, la Asturias de progreso y modernidad sin conocer la trayectoria y enseñanza de Encarna y Marcelo. Encarna es un patrimonio de la FSA y de la Asturias de hoy».

Cuesta destacó la «huella» que Encarna Vega dejó en personas que llegaron a ocupar importantes cargos de responsabilidad en el PSOE, como Luis Yáñez, Felipe González, Alfonso Guerra y Carmen Romero a su paso por Gijón. Encarna y Marcelo fueron «la forja del proceso de la democracia y la transición», dijo. El diputado del PSOE recordó que tuvo que pasar el «aval» de Encarna cuando en la clandestinidad se integró en el PSOE. De la mujer de Marcelo García dijo que está en «la mejor tradición del socialismo asturiano», junto a mujeres como Manolita la de Barbón, en Laviana, o Purificación Tomás, esposa de Rafael Fernández. La alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso, definió a la finada como una mujer «lista y guerrera, socialista y comprometida».