María IGLESIAS

Los gijoneses están de estreno. Los pasajeros de la línea 1 de autobús, que cubre el trayecto entre el Cerillero y el Hospital de Cabueñes, se despertaron ayer con un nuevo olor en el transporte público: a nuevo. De hecho, gran parte de los usuarios reconocieron los vehículos recién estrenados gracias a sus papilas olfativas. LA NUEVA ESPAÑA los acompañó en su recorrido.

Y es que al mediodía de ayer hacía apenas unas horas que se habían quitado los precintos a la nueva flota de seis autobuses pertenecientes a la Empresa Municipal de Transportes Urbanos (Emtusa) que recorrió, por primera vez a las siete de la mañana, las calles de la ciudad.

«Más cómodo y más amplio», esa fue la opinión generalizada de los pasajeros que probaron los nuevos servicios de la línea 1 que ayer se pusieron a disposición de todos los viajeros, y que han supuesto a la empresa municipal un gasto de 16,7 millones de euros.

Cada uno de estos nuevos autobuses tiene capacidad para 137 plazas, cuando los anteriores sólo podían albergar a 82 pasajeros como máximo. Además, constan de un sistema articulado en el centro del vehículo que los capacita con 18 metros de longitud, seis más que los antiguos.

De hecho, la mayoría de viajeros, debido a la falta de costumbre, ocuparon las primeras filas del autobús. «Me da un poco de miedo la articulación, no vaya a ser que se suelte», bromeaban algunos. Estos nuevos servicios incorporan además adelantos técnicos, como pantallas informativas digitales y motores ecológicos, así como la última tecnología en accesibilidad: rampa de acceso y un sistema de petición de parada en lenguaje braille. Los 92 autobuses que recorren las 22 líneas que hay en la ciudad poseen ya una rampa de acceso para sillas de ruedas.

Aunque algunas voces se alzaron ayer, día de estreno de la nueva flota, en contra de la rigidez de los asientos, la mayoría de pasajeros disfrutaron con el recorrido en los nuevos autobuses de la Empresa Municipal de Transportes Urbanos, quien para este próximo año tiene prevista la compra de otros siete vehículos, cinco cortos y dos articulados.

La decisión de aumentar la capacidad de la línea 1 de autobuses es a causa del elevado número de pasajeros que la frecuentan. «En las horas puntas esto es un hervidero de gente», explicaba ayer Juan José García. Entre los estudiantes del campus, las personas que acuden al Hospital de Cabueñes y los domingos a El Molinón, la línea 1 se alza como la más frecuentada por los gijoneses. Además, son muchos los que rechazan el trayecto de la línea 4 porque «da muchas vueltas», aseguran. Estos nuevos vehículos también fueron una novedad para los conductores, quienes ayer pilotaron un autobús más largo.