Román GARCÍA

No hay problemas serios en materia de seguridad, pero sí «hechos puntuales» que preocupan a los vecinos. Es la conclusión que saca el comisario jefe del Cuerpo Nacional de Policía de Gijón, Francisco López Canedo, tras la reunión mantenida ayer por la tarde con más de 30 representantes vecinales. Es el tercer encuentro de este tipo que mantienen los responsables del cuerpo en Gijón, pero el primero en el que se ofrecen datos de actividades policiales realizadas el pasado 2007.

Durante la reunión los vecinos les han transmitido a los policías el aumento de la preocupación por las aglomeraciones de jóvenes en las consideradas como zonas de movida nocturna de la ciudad. De hecho, los vecinos de Cabueñes han llegado a pedir «más presencia policial» en su zona durante el fin de semana. Según los representantes vecinales, aumentan las protestas por la gran cantidad de personas que se reúnen en estas zonas y en especial a altas horas de la madrugada. A pesar de todo Canedo considera que en Gijón se vive una buena situación en materia de seguridad, si se excluyen «circunstancias puntuales que pueden alterarla».

El comisario jefe de Gijón quiso insistir además en la necesidad de la colaboración entre los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y los ciudadanos: «Hay que poner en valor la gestión transparente de la seguridad y además conocer a través de sus preguntas las carencias y preocupaciones que expresan los vecinos». De hecho, gran parte de las operaciones que se realizaron durante el 2007, especialmente en materia de drogas, comenzaron por denuncias vecinales. Ese año se detuvo a 74 personas por tráfico de estupefacientes. Otros delitos que tuvieron lugar fueron los robos en viviendas, pero con un notable descenso.

A la salida del encuentro los representantes vecinales también estuvieron de acuerdo con la valoración hecha por Canedo. Florencio Martín, el presidente de la Asociación de Vecinos de Laviada, aseguró que, aunque «no vivimos en el paraíso, sí tenemos una de las mejores ciudades de España en temas de seguridad». Los problemas «son normales y ocurrirán siempre». A pesar de todo reconoció el aumento de preocupación por la movida nocturna: «Hay muchos bares que cierran muy tarde y a los que va mucha gente que no sólo es la de la ciudad».