Eloy MÉNDEZ

Considerado uno de los mayores especialistas en el ámbito internacional en lesiones relacionadas con la práctica del deporte, Pedro Guillén (Archena, Murcia, 1938) dirige en la clínica Cemtro de Madrid un equipo encargado del estudio de la aplicación del cultivo de células para la regeneración de tejidos. Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, fue el primer cirujano del mundo que realizó una artroscopia sin cables. Por sus manos han pasado, además de futbolistas como Fernando Torres o Emilio Butragueño, personajes de relevancia pública como el ex presidente del Gobierno José María Aznar o el Nobel de Literatura Camilo José Cela. Ayer participó en la clausura del congreso organizado en Gijón por la Fundación Mapfre sobre cirugía de ligamento cruzado anterior y rótula.

-¿Este tipo de congresos unifican criterios respecto al tratamiento de las lesiones?

-La rótula es muy importante, porque es el punto negro de la rodilla. Es una de las causas más frecuentes de consulta con fallos repetidos, tanto por parte del diagnóstico como de la cirugía. La rótula es muy importante para bajar escaleras, descender cuestas y para estar sentado o con la rodilla flexionada. Esta reunión es como una sesión clínica entre americanos, alemanes y españoles para discutir todo esto. Lo que me gustaría es que todo el mundo tuviera el modelaje cerebral para desechar lo que a él no le va bien y saber aceptar cosas que son mejores que las suyas. Si no es así, estas reuniones valen para poco.

-¿A qué se debe esta disparidad de criterios?

-El problema en medicina es realizar el acto quirúrgico muy bien. Si lo haces bien por artroscopia, entonces hazlo por artroscopia, porque es una cirugía menos invasiva. Pero si lo haces bien con otra técnica y los resultados son buenos, entonces hazlo así.

-¿Hasta qué punto influye la industria de la medicina a la hora de determinar un tipo concreto de actuación por parte de los profesionales?

-Estamos en un mundo donde los americanos venden instrumental continuamente, y cada quince días se presentan nuevas tecnologías que modifican las anteriores. Es el dinero de los americanos lo que cambia todo eso. No obstante, yo no creo que haya que cambiar el método porque haya nuevo material. Parece como si no interesara unificar criterios. Es lo que quiere el bandidaje del negocio industrial.

-¿En qué niveles de desarrollo se encuentra la cirugía de rodilla en España?

-Todo Occidente, es decir, Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón, está igual en medios y resultados. En Occidente la respuesta médica está muy unificada y es de primer nivel. En otros países, el nivel baja de forma considerable, pero en Occidente te tratan de una fractura igual en Suecia que en Valencia o en California.

-¿En qué dirección apuntan las investigaciones respecto a la cirugía del cruzado anterior?

-Hacia el cultivo celular. Actualmente hay precariedad de órganos. La sociedad médica va a resolver este problema con el cultivo celular. Lo podría resolver si hubiera cadáveres suficientes o donantes suficientes, pero no los hay. Por tanto, tiene que aparecer otro factor que es la ingeniería, es decir, la creación de células, tejidos y órganos a través de un cultivo celular.

-¿Qué tipo de problemas solucionará el cultivo de células?

-En un futuro tendremos una especie de «yogurtera» en la que habrá células humanas lavadas, limpias. Cuando se esté operando, el cirujano cogerá esa «yogurtera» de células limpias y colocará cien gramos en la zona de la lesión. Las células limpias colonizarán a las otras. Este tipo de células, que yo llamaría células cero o halogénicas, servirán para cualquier tipo de tejido. Serán células para curar. Se usarán células y se abandonarán los clavos, los tornillos y las placas. Vamos a una era en la que mandará la biología. Dentro de unos años, pensaremos que la cirugía que hacemos ahora es una chapuza. Se va hacia los cultivos celulares, eso es el futuro.

-¿Hasta qué punto es determinante conocer la causa de una lesión de rodilla a la hora de intervenir quirúrgicamente?

-En este congreso se ha dicho que importa, pero yo creo que no es así en absoluto. La lesión de ligamento cruzado anterior tiene una técnica que es sustituir ese ligamento por un tendón. En un futuro, como he dicho, será por cultivo celular. Pero un médico no va a modificar su forma de intervenir por cómo se rompió el ligamento un determinado paciente. Además, en el deporte hay que tener en cuenta que la rotura de ligamento cruzado es una autolesión fortuita del propio paciente.

-¿Es conveniente dejar transcurrir un determinado período de tiempo entre la lesión y la intervención quirúrgica?

-Eso ya se ha demostrado que no es necesario. Da igual operarlo de urgencia que crónico. La primera persona en el mundo que defendió esto fui yo. Y ahora ya se sabe que esto es verdad. Se hizo caso de señores que escribían en determinadas publicaciones y que decían mentiras. Era una mentira total, pero como lo decían los americanos, colaba.

-¿Ha notado la presión de los clubes deportivos cuando tiene que encargarse de la cirugía de una de sus estrellas?

-A mí me da igual tener a un chico que a otro enfrente, que sea deportista de élite o no. Yo trato a todos los pacientes por igual. Ayer (por el miércoles) operé de la muñeca a Entrerríos, jugador internacional de balonmano que además es de Gijón. Había operado por la mañana a Delporte, jugador del Osasuna. Allí estaban todos los periodistas. Pero a mí me da igual que sea uno que otro, a mí no me afecta. Evidentemente, con un deportista de élite siempre hay presiones externas, pero yo me ciño a mi trabajo. Para mí, cualquier chico que entra en el quirófano es igual al resto. No me fijo en eso.