A. FERNáNDEZ

«Que venga la concejala y que nos enseñe los pasos que dice que hay para comunicar las aceras». Ése era el reto que lanzó ayer a Dulce Gallego el casi medio centenar de personas, en su mayoría comerciantes de la acera de números pares, que se concentraron en la calle Marqués de San Esteban para manifestar su preocupación por los problemas que ocasionan las obras. «Hicieron uno a la altura del número 60 que no sirve porque la mayor parte de la calle sigue incomunicada», aseveró el portavoz del comercio y de la hostelería de la calle, Avelino Gutiérrez.

Gutiérrez adelantó que desde que comenzó la obra, el pasado 1 de octubre, el comercio y la hostelería perdieron «hasta el 50% de los ingresos». Y añadió: «No entendemos por qué se cerró a principios de octubre cuando no empezaron los trabajos hasta finales de mes, y tampoco es lógico que con el daño que están provocando trabajen hasta las cinco cuando pueden hacerlo hasta las diez de la noche». A su lado, los comerciantes más lanzados pedían cortar ya al tráfico la calle Pedro Duro e, incluso, la de Fomento. «Si no lo hacemos y vamos a por todas, no nos van a tomar en serio porque lo único que les importa es solucionar el problema de los autobuses, que es lo que les da dinero», alegaban.

El comercio reclama la exención de impuestos mientras duren las obras y Carmen López, hostelera, rebatió a la concejala Dulce Gallego y afirmó que no se pueden poner terrazas con una valla delante. «¿Quién se va a sentar ahí? No vamos a poder ponerla, pero tenemos que pagarla por adelantado», señaló.

Emilio Fueyo y Digna Carro viven en la calle y se concentraron para exigir que se pongan contenedores. En su opinión, el Ayuntamiento no colocó más vallas debido a la presión vecinal. «Si no nos movemos estaríamos totalmente cerrados», señalaron.