Albina FERNÁNDEZ

«Veinticinco años enseñando a vivir» es el lema elegido por el Colegio Público El Llano para celebrar su primer cuarto de siglo. Un lema que responde al carácter multicultural que tuvo siempre el centro «y a los valores de convivencia, respeto y aceptación de las diferentes culturas que tratamos de inculcar al alumnado», explicó Adela de Castro, la tercera directora en la historia del colegio. Han sido veinticinco años de educación para la convivencia. Ahora, más que nunca.

La celebración oficial del aniversario coincide con la Semana cultural del centro, que inauguró ayer el concejal de Educación, Justo Vilabrille, con la apertura de una placa conmemorativa. Entre los actos previstos para esta semana destaca la jornada de puertas abiertas que se celebrará mañana, miércoles, entre las 16.30 y las 18.30 horas, y que estará especialmente dedicada a los ex alumnos. «Queremos darles un incentivo para que se vuelvan a enganchar al cole», explicó la directora. La jornada se completará con baile, la charla «Internet y familia» para tercero y sexto, y la actuación «Payaso McDonalds» para Infantil.

La inauguración del colegio, en 1983, coincidió con importantes acontecimientos históricos, como el nacimiento de Microsoft, la comercialización del primer teléfono móvil (un Motorola que pesaba casi un kilogramo y valía más de 3.000 euros), la llegada a Europa de los primeros misiles Cruise americanos y los fallecimientos del popular payaso Charlie Rivel, del director de cine Luis Buñuel, Georges Remi (creador de Tintín) y del dramaturgo estadounidense Tennesse Williams, entre otros asuntos, como la aparición el popular «Un, dos, tres», la publicación de «Thriller» y el premio «Cervantes» de Alberti.

Gijón vivía un momento de enorme expansión y El Llano daba sus primeros pasos hacia la modernización, aunque seguía siendo un barrio de chabolas. La calle Río Eo estaba sin hacer y el colegio existente, el Martínez Blanco, se quedó pequeño, por lo que se adecuaron los bajos de las casas de Ensidesa y se repartió el nuevo alumnado con el Colegio de Las Palmeras, en Contrueces.

El centro nació con 16 unidades en 1983, fue inaugurado por Vicente Álvarez Areces (entonces director provincial de Educación) y por el alcalde, José Manuel Palacio. El crecimiento fue tal, que al año siguiente se hizo doble turno y se amplió en otras 8 unidades porque se quedó pequeño, según explicó el primer director, José García Marbán.

«El barrio crecía a tal ritmo, que nos desbordaba. Llegamos a tener casi 1.000 estudiantes, con clases de hasta 38 alumnos, y al segundo año tuvimos que mandar a 300 en transporte a Contrueces», añadió Mercedes Falgueras, primera jefa de estudios y posteriormente directora.

En 25 años, el cambio fue espectacular tanto para el barrio, que es hoy uno de los más modernos y mejor equipados en infraestructuras de Gijón, como para el centro, que sigue siendo un referente de integración multicultural. El Colegio El Llano consiguió la mayoría de edad «gracias a la colaboración de todo el mundo y a los cimientos que colocó la anterior dirección», señaló De Castro.

El centro tiene 18 unidades para 265 escolares, 110 en Infantil. Cada año se matriculan en torno a 100 niños, en su mayor parte inmigrantes, y en estos 25 años pasaron por sus aulas 2.800 alumnos.

El Colegio Público El Llano presume de ser un centro multicultural. En sus aulas conviven estudiantes de 16 nacionalidades diferentes, sin que se produzcan más altercados que los habituales en cualquier centro educativo entre escolares. Un ejemplo de la plena integración es Lyoussef Rbouhate Díaz, un aprendiz de gaitero de padre marroquí y madre española que puso fin ayer a la jornada de inauguración de la Semana cultural con el «Asturias Patria Querida», entre el aplauso y las felicitaciones de las personas presentes.

Pablo Ubinjoy, un alumno de sexto que este año abandonará el centro, habló en nombre del alumnado. Y lo hizo aconsejando a sus compañeros con un aplomo impropio de su edad. «Aprovechar este año, porque lo recordaréis siempre», señaló para añadir: «Gracias al profesorado por todos estos años». El colegio llegó a tener casi 1.000 escolares en la época de la EGB y en la actualidad cuenta con 265. Cada año recibe un centenar de solicitudes, que aumentan durante prácticamente todo el curso con incorporaciones de otras zonas.