Albina FERNÁNDEZ

La iglesia de San Martín de Huerces se quedó ayer pequeña para albergar a los cientos de personas que quisieron dar su último adiós al ex presidente de la Asociación de Vecinos Francisco Alonso Suárez, Paco de Huerces. Fue una jornada muy emotiva que demostró el prestigio que tenía tanto en la zona rural como en el conjunto de Gijón.

El féretro con sus restos mortales llegó poco después de las cuatro de la tarde a la pista polideportiva del parque de San Martín y desde allí fue trasladado a hombros de sus amigos y compañeros durante los 800 metros que dista la zona de la iglesia parroquial en medio de un impresionante silencio y seguido de los cientos de coronas que lo acompañaron.

Ya en la iglesia, el ex arcipreste de Gijón Fernando Fueyo presidió la misa y destacó en la homilía la personalidad del fallecido, su lucha en favor del movimiento vecinal y sus valores personales. La ceremonia fue cantada por la Coral «Enrique Montes».

La Guardia Civil tuvo que regular el tráfico debido a la multitud de vehículos que se congregaron en las inmediaciones.

Ayer se disiparon las diferencias entre las parroquias, que se unieron en torno a su figura. Asistieron al funeral casi todos los líderes vecinales, y todo el mundo aparcó las diferencias. Paco rechazó las «marchas verdes» como fórmula para luchar contra el PGOU y se alineó en posiciones críticas con la mayoría «verde» que domina la Federación Les Caseríes, pero todo eso quedó en un segundo plano y el enfrentamiento fue sustituido por un sincero pésame por el fallecimiento de una persona que nunca fue agria, ni siquiera en las peores discusiones.

«Tranquilo», «afable», «servicial», «buena persona», «excelente compañero», «dialogante», fueron algunas de las expresiones más oídas ayer en Huerces.

Fue una reacción espontánea, un deseo de «hacer algo» para demostrar su estima y condolencia por la muerte de un amigo. Los líderes vecinales se habían reunido el día anterior en el tanatorio, para hacer llegar su pésame a la familia de Francisco Alonso, Paco de Huerces, pero no fue suficiente y ayer arrimaron su hombro solidario.