M. IGLESIAS

«Epidemia del siglo XXI». Así calificó el jefe del servicio de cirugía cardiovascular de la Clínica Universitaria de Navarra, Jesús Herreros, los problemas de afección cardiaca, que en la actualidad se encuentran en constante crecimiento. Herreros, quien acudió ayer al Hospital de Cabueñes invitado por la Sibi (Sociedad Internacional de Bioética), ofreció una conferencia bajo el título «Regeneración cardiaca: posibilidades y resultados» en la que disertó sobre las nuevas perspectivas de tratamiento quirúrgico.

-¿Qué porcentaje de población se encuentra afectada por problemas cardiacos?

-La insuficiencia cardiaca es la epidemia del siglo XXI. En EE UU existen alrededor de medio millón de afectados, en Europa se dan dos casos nuevos al año por cada 1.000 habitantes, y esta cifra se ha mantenido así desde hace cuatro años. En España, el 5 por ciento de ingresos hospitalarios se debe a afecciones cardiacas.

-¿Qué tratamientos existen?

-De ese porcentaje de afectados, alrededor del 5 o el 10 por ciento corresponden a un grado D, es decir, el máximo. Estos pacientes tienen un mal pronóstico y para ellos ya se agotaron los tratamientos más convencionales, como son dieta, ejercicio etcétera; entonces hay que acudir a tratamientos más agresivos. De media, entre estos pacientes, al cabo de dos años de enfermad, están vivos menos del 50 e incluso del 30 por ciento. Dichos afectados de clase D precisan de ingresos periódicos y, en muchos casos, de trasplantes cardiacos. Cuando se trasplanta un corazón, más del 60 por ciento logra vivir más de diez años en condiciones de vida normal. En el caso de que no se trasplante un corazón, las probabilidades se reducen: en estos casos, un 90 por ciento de los no trasplantados vive menos de un año.

-¿Es posible que todos los pacientes tipo D reciban un trasplante de corazón?

-El número de trasplantes de órganos está limitado por el número de donantes. Debido a ello, existen muchos pacientes que no se pueden beneficiar. En España se da una media de 300 trasplantes al año, esa cifra lleva estancada desde hace cuatro años seguidos, es decir, se ha tocado la meseta de los trasplantes.

-¿Cuáles son las alternativas?

-Estamos investigando en varios campos. Existen alternativas como el marcapasos o como la asistencia mecánica. La intención con este segundo tratamiento es dejar descansar el corazón, para que éste se recupere solo; en ocasiones puede hacerlo al cabo de un mes. Existe el caso de un médico que le trasplantó a una niña, hace diez años, un segundo corazón, y hace dos años le pudo extraer el segundo corazón debido a que el original de la menor ya se encontraba recuperado gracias al descanso. Ésa es la idea que intentamos transmitir. Estos sistemas de asistencia mecánica ventricular son fiables y seguros. Otro campo de trabajo son la regeneración con células madre, que interesa desde hace algunos años y en las afecciones cardiacas ha abierto altas expectativas de curación. Las células utilizadas proceden de la médula ósea, de las células mesenquimales y de los mioblastos (células madre del músculo). El tratamiento es seguro y, dependiendo de las células utilizadas, es más o menos eficaz. Desde hace tres años ya no hablamos de terapia celular, sino de ingeniería tisular, que combina las células madre con terapias moleculares o sustancias biológicamente activas y da resultados más beneficiosos para el paciente. Este tratamiento no sólo permite regenerar las células cardiacas, sino también la matriz de colágeno, la responsable de que el corazón se dilate y funcione peor.

-¿Existen resultados?

-De los estudios clínicos que hemos realizado, los resultados son muy buenos. Se percibe, sobre todo, el beneficio en la mejora de la función sistólica.

-¿En cuánto tiempo se podrán llevar a cabo estos tratamientos en los hospitales?

-Yo calculo que dentro de muy poco, en un breve período de tiempo ya estará implantado. De momento, todavía es un ensayo clínico y va más lento debido a los trámites burocráticos. Uno de los hospitales que más han participado en estos ensayos en el Hospital Universitario de Asturias mediante el trasplante de células de mioblastos.

«La utilización de células madre en las afecciones cardiacas ha abierto altas esperanzas de cura»

«En un período muy breve de tiempo el tratamiento estará implantado en todos los hospitales del país»