R. V.

La comisión municipal de Urbanismo, que preside el socialista Pedro Sanjurjo, dio ayer luz verde a la operación residencial de Los Caleros que supone la construcción de unas 110 viviendas en nueve edificaciones «tipo villa», de planta baja más tres alturas, y la construcción de una gran rotonda que cierra el viario de conexión de los barrios de Contrueces y Montevil. La actuación, que potencia esta nueva fórmula de construcción que recuerda las casonas típicas asturianas, centra gran parte de su interés en la reordenación del tráfico. Así, se desarrolla una nueva vía entre el camino de los Caleros y la carretera del Obispo y se genera una gran rotonda donde se conecta la nueva calle y donde desembocará la calle Antonio Machado que, como prolongación de las calles Dolores Ibárruri y Velázquez, genera una de las más importantes vías de comunicación de la ciudad. La cesión de suelo al Ayuntamiento favorecerá la construcción de una decena de viviendas de protección.

Este plan especial debe ser aprobado oficialmente por el Pleno del Ayuntamiento, al igual que la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en el área de la Pecuaria de Somió, de la que ayer se informó favorablemente en Urbanismo. Esta modificación segrega dos fincas de 10.000 y 20.000 metros cuadrados del suelo calificado como residencial para darles el tratamiento de zona de equipamientos. La finca de menor tamaño será utilizada para construir un hogar de ancianos desde la Asociación Gijonesa de Caridad. La operación también incluye la construcción de una glorieta que conecte el viario de Somió con el vial del campus y, aunque está sin concretar el desarrollo residencial de esta área, a ella se vincula el compromiso del gobierno local con la Asociación de Vecinos «San Julián» de Somió de cederles allí espacio para una nueva sede de la organización ciudadana.