A. R.

Luis Laria, presidente del Cepesma, abrió ayer en el Colegio Montevil la Semana cultural del centro, en la que se ha involucrado toda la comunidad escolar y que está centrada en el mar, de ahí la conferencia de Laria sobre «Cantábrico profundo; criaturas de otro mundo».

Pero la semana cultural tiene en el Montevil, este año, un tinte más especial puesto que con ella también se celebran los 25 años de actividad del colegio. Y, más que esos cinco lustros, lo que de verdad se celebra es la transformación ocurrida en este tiempo, «descomunal», en palabras del director, Germán Costales. Unos cambios que han llevado al Colegio Montevil a pasar de estar «en medio de los praos, donde pastaben llibremente les vaques de Pachu Alonso», incluyendo la convivencia con todos los animales y microorganismos de una charca cercana «que nos servía de estudio para Naturales», a ser un centro con «una infraestructura educativa óptima y en crecimiento, y un entorno excepcional», relata el director.

La historia del Montevil arranca, como todos los colegios de la época, en «justa respuesta al "baby boom" de los años setenta», cuentan en el centro. Unos años en los que las demandas sociales eran muy fuertes y los ayuntamientos, delegaciones y Gobierno central tuvieron que afrontar el reto de escolarizar a toda la población en edad obligatoria (de 6 a 14 años). «El crecimiento de Pumarín, Roces y Contrueces desbordó en pocos años la capacidad de los centros recién creados y fue necesario saltar la calle Río Eo, límite del barrio, para entrar de lleno en Montevil», rememora la comunidad docente. Los problemas urbanísticos de la época llevaron a la construcción «precipitada» de un centro que quedó «aislado, sin urbanización y en medio de prados». Con razón, pasados 25 años, en el Colegio Montevil se quiere celebrar como es debido que aquellas deficiencias hoy están totalmente solventadas. Si durante esta semana la celebración será cultural y de puertas adentro -eso sí, con salidas didácticas, trabajos, exposiciones, proyecciones y conferencias-, la fiesta grande y abierta al barrio -a alumnos y ex alumnos, familias y vecinos- será el día 18 de junio, con una romería asturiana en el parque de Antonio Ortega, próximo al centro escolar.