Román GARCÍA

Cinco ciudadanos de nacionalidad rumana, tres mujeres y dos hombres, han sido detenidos en un nuevo golpe contra el tráfico de personas efectuado desde la Comisaría de Gijón en la «operación Costa». Los arrestados retenían a tres compatriotas suyos y las obligaban a prostituirse en varios clubes distribuidos por Gijón. Los agentes del Grupo Operativo de Extranjeros comenzaron las investigaciones cuando una de las chicas retenidas pudo escapar y denunció la situación que estaba viviendo. Entre los detenidos figura uno de los implicados en la denominada «operación Dora» que en abril de este año encarceló a otros seis rumanos que retenían a una joven en un piso de la calle Menéndez Pelayo. En aquel momento a este detenido se le tuvo que dejar en libertad ya que no se había probado su participación en los hechos. Ahora, con este nuevo golpe policial, se le ha conseguido implicar.

La joven que consiguió escapar de esta red de prostitución tiene 20 años y ahora se encuentra de nuevo con su familia en Rumanía. En octubre del pasado año le prometieron un trabajo en el sector de la limpieza. Ella, confiada, se vino con su captor desde su país de origen. Al llegar a España le informaron de que acababa de contraer una deuda de 1.000 euros que debía abonar ejerciendo la prostitución para sus dueños. Aprovechando el descuido de uno de sus captores la joven logró escaparse del piso en el que la tenían vigilada 24 horas al día, en el barrio de La Calzada, cerca de El Cerillero. De esta manera pudo huir a casa de un amigo, en donde se quedó hasta que cogió el vuelo de regreso a Rumanía. Tuvo el valor de denunciar. Declaró aquí ante la Policía y volvió a hacerlo desde Rumanía, donde, con más calma, ya ofreció a los agentes más datos que ayudaron en la investigación. Con su denuncia acabó con dos meses de duro calvario y consiguió comenzar la investigación policial que acabó con las detenciones.

Una vez conocidos los datos aportados por esta joven, los funcionarios policiales de la Comisaría de Gijón establecieron dispositivos de vigilancia por toda la ciudad, en domicilios, lugares de reunión y locales de encuentro de estas personas investigadas. Gracias a estas pesquisas lograron tener claros los vínculos que unían a estas personas, ahora detenidas.

Las tres jóvenes rumanas que se han conseguido liberar eran retenidas y obligadas a prostituirse. Si no lo hacían las pegaban y amenazaban con hacer daño a su familia.

Cuando se procedió a las detenciones el Cuerpo Nacional de Policía les proporcionó protección debido a que «manifestaron tener mucho miedo y temer su integridad física». El mismo sentimiento que tuvo hace unos meses la joven que era obligada a prostituirse en un local de la avenida de la Costa y liberada gracias a la «operación Dora». La chica declaró el viernes 16 de mayo ante el juez que instruye el caso y ahora, después de su protección, ya puede volver a su país de origen.

Estas organizaciones criminales se dedican a vender a las chicas que reclutan en su país de origen y que traen engañadas. Las pasan de unos pisos a otros. En Gijón los grupos que por el momento han sido detenidos contaban con tres sedes: una en la calle Menéndez Pelayo, otra en La Calzada -cerca de El Cerillero- y una tercera en las afueras de la ciudad.

Las investigaciones policiales en relación al abuso de rumanos en nuestra ciudad aún no han finalizado ya que se pueden descubrir más pisos y ramificaciones en las que se estén explotando a chicas. Portavoces policiales señalaron ayer que «es evidente que el tráfico de personas genera importantes beneficios económicos, siendo el tercer negocio ilegal más rentable para las organizaciones criminales después del de tráfico de drogas y de armas».

Ahora a los cinco responsables de esta organización se les imputan los delitos de detención ilegal, favorecimiento a la prostitución, contra los derechos de los trabajadores extranjeros y contra la integridad moral.

En lo que va de año se ha procedido a la detención de 22 personas en Asturias relacionadas con este tipo de delitos y se han desarticulado cuatro organizaciones criminales muy activas según la Policía.

La primera de las operaciones se denominó «Bandolero» y se realizó en Oviedo. Gracias a esta actuación de los funcionarios policiales se desarticuló una red de tráfico de rumanas en la capital del Principado. Fue realizada en el mes de marzo. Se detuvo a seis personas que esclavizaban a una joven. Uno de los delincuentes consiguió huir, pero se le detuvo luego, un mes más tarde, dentro de la «operación Dora» en Gijón. En ésta había un hombre del que la Policía sospechaba, pero no contaba con datos, por lo que no pudo ser detenido hasta ahora, cuando se ha demostrado su participación en los hechos con las investigaciones de «Costa».

Operaciones

El Cuerpo Nacional de Policía en Asturias ha venido realizando varias operaciones contra la explotación de mujeres:

- «Operación Bandolero», llevada a cabo en Oviedo, se detuvo a tres hermanos, dos mujeres y un hombre que explotaban a una joven, uno de ellos escapó y continúo su actividad delictiva en Gijón.

- «Operación Dora», Gijón. Se detiene al fugado de Oviedo y a otros cinco rumanos que obligaban a una chica a prostituirse. La Policía sospecha de un hombre que es detenido en la siguiente operación

- «Operación Costa», cinco detenidos por explotar a tres mujeres.

Lugares

Los detenidos retenían a las mujeres rumanas en Menéndez Pelayo, La Calzada (cerca de El Cerillero) y en las afueras de la ciudad.