J. L. A.

Las obras de ampliación de El Musel han entrado en una fase decisiva con el arranque, el pasado fin de semana, de los primeros vertidos terrestres para construir el contradique de la nueva estructura de abrigo de la principal dársena asturiana.

Una flota de camiones verterá diariamente 7.000 toneladas de mineral desde el dique Norte, cuyos cajones de hormigón y acero se han rellenado con áridos mediante una draga. Estos trabajos comenzaron durante el último fin de semana y son necesarios para hacer el talud del contradique.

Estos vertidos se completan con otros desde el mar (22.000 toneladas al día), mediante un gánguil. Son necesarias, en total, unas 30.000 toneladas diarias de vertidos para avanzar en la obra del contradique, una estructura que tendrá 816 metros de longitud.

A mediados del pasado mes de junio se completó el avance del nuevo dique Norte (1.530 metros), construido mediante grandes bloques de hormigón y unido al Torres (1.488 metros), una estructura que, a diferencia de la anterior, está hecha en talud.

La conexión de ambos diques (suman un total de 3.834 metros) se hizo el 20 de junio de 2007. Dos de esos grandes bloques se colocaron a tizón para proteger el Norte. El objetivo ahora de los responsables del superpuerto es completar en la campaña de verano todas las labores del contradique, que deberá cerrarse con otros tres grandes bloques ya fabricados y fondeados al socaire del muelle Marcelino León.

La previsión de la Autoridad Portuaria de Gijón es que la nueva dársena esté configurada en todos sus bordes a finales de año, según ha explicado el director de El Musel, José Luis Díaz Rato. También se trabaja en los espaldones del nuevo dique y en los vertidos para el relleno de los muelles. Las obras de la ampliación tienen muy avanzada la fabricación de los cajones necesarios para la dársena del superpuerto.