Miriam SUÁREZ

El documento con el anteproyecto constructivo y estudio económico de los futuros accesos de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA) recoge por escrito lo que el presidente regional, Vicente Álvarez Areces, adelantaba el pasado mes de enero sin entrar en detalles. Esto es, la actuación se ejecutará «en régimen de colaboración público-privada», para poder hacer la obra «en un plazo breve» cumpliendo los objetivos «de estabilidad presupuestaria y desarrollo de otras obras en curso».

El Principado hace esta declaración de intenciones en los primeros párrafos del informe -firmado por técnicos de la Dirección General de Carreteras y de la empresa Tecnia Ingenieros- que ahora está en proceso de información pública. El socio privado que busca el gobierno asturiano deberá asumir «la mayoría» del riesgo de construcción (retrasos) y de demanda (por cambios en la tendencia de mercado o ciclo económico), y «una parte» del riesgo de disponibilidad (relacionado con el nivel de servicio y capacidad).

A cambio, la Administración regional pagará a la concesionaria un canon por vehículo y kilómetro, que se cifra en 557.137 euros para la primera anualidad completa de funcionamiento de la ZALIA, fechada en 2014. Pero el llamado «peaje en la sombra», que irá variando a medida que la zona logística gane superficie y actividad, no será el único sistema de remuneración. También se abonará un canon de servicio, que podrá fluctuar en función de las prestaciones ofrecidas, aunque parte de un promedio anual de 11,2 millones de euros.

Teniendo en cuenta que el «peaje en la sombra» ya se aplica en la Autovía de la Industria (AS-II) sin los resultados previstos, por sí sólo no garantiza la viabilidad financiera del proyecto. Así que el Principado ha tenido que buscar fórmulas adicionales como el canon de servicio para implicar a la iniciativa privada en una inversión que ronda los 157 millones de euros.