Marcos Sanz Agüero, director del gabinete del Consejo Superior de Deportes, fue ayer uno de los ponentes que inauguraron en el paraninfo de la Laboral el primer congreso «Hispano-americano» de economía del deporte. Nacido en Valladolid, este Doctor en Filosofía y Sociólogo de 62 años ha sido Senador por la Comunidad de Madrid y ahora es uno de los «hombres de confianza» de Jaime Lissavetzky, actual secretario de Estado para el Deporte.

-¿Qué le da el estudio económico al deporte?

-El conocimiento de su importancia. El deporte es clave en la vida de la gente, en términos de sus identidades individuales y colectivas. La gran relevancia social se traduce en una decisiva transcendencia económica que se debe interpretar. Se producen cantidades extraordinarias de retornos a las ciudades a raíz de eventos deportivos. Esos retornos hay que estudiarlos para saber la rentabilidad de las inversiones.

-¿Es un buen negocio invertir en el deporte?

-En la actualidad se está generando no sólo una actividad económica, sino una potente industria. Hay que intentar aprovechar el momento fantástico de todo el deporte español para crear estructuras que, cuando vengan las «vacas flacas», tengamos herencia organizativa, institucional y empresarial.

-¿Cuál es el nivel actual de la «industria deportiva» nacional?

-Está empezando a estar a la altura del nivel de resultados deportivo. Estamos ante una de las mejores generaciones del deporte español y para que este talento florezca las instituciones también tienen que estar al mismo nivel. Tiene que existir una simbiosis entre ambos en el presente y de cara al futuro.

-¿Existe alguna asignatura pendiente?

-No creo que sea pendiente, pero debemos reforzar el hecho de seguir siendo ambiciosos. España es el país que ha organizado más eventos deportivos en los últimos 20 años. Hay que hacer un esfuerzo para continuar con estos retornos y vender la marca España en el mundo y en Europa.

-Gijón quiere postularse como una de las sedes del Mundial de fútbol en 2018 ¿Cree que tiene opciones?

-No lo sé, se decidirá en diciembre. Creo que la candidatura hispano-lusa está dando pasos en una buena dirección. Somos una primera potencia en el juego y también organizativamente. Que Gijón sea sede es muy pronto para decidirlo. La FIFA pide además un número muy alto de espectadores. Por el momento no he visitado El Molinón, lo he visto desde fuera.

-¿Cómo vivió la amenaza de huelga de los futbolistas por los retrasos en el cobro de las fichas?

-Estuvimos todos a la altura de las circunstancias. Se creó un preferente estupendo. Nos juntamos todos: Liga Nacional de Fútbol Profesional, Sindicato de futbolistas, Federación Española de Fútbol y Consejo Superior de Deportes. Fue una mesa histórica, porque pocas veces se había dado. Primó la voluntad de acordar, porque todos cedimos un poco para resolver el problema. Fue un trabajo a contrarreloj, pero bien hecho.

-¿Cree que se evitarán este tipo de problemas económicos en el futuro?

-Por parte de los futbolistas han llegado a un acuerdo con la Liga tal como trabajadores y su patronal. El acuerdo con la Federación Española con la Segunda B y Tercera también parecen estables. Siempre podrá haber conflictos, aunque creo que se han establecido los cauces para poder resolverlos.

-¿Qué opinión le merece este congreso «Hispano-americano»?

-Es el primer paso de un gran proyecto: intentar pensar juntos sobre la economía del deporte. Pensar en español no sólo aquí, sino contando también con la experiencia de los países hispanoamericanos. Esperamos que en años sucesivos vayan ganando en relevancia.

-¿Por qué es tan necesario?

-Porque permite que todo el mundo que está trabajando en economía del deporte se pueda enriquecer de los conocimientos adquiridos dentro y fuera de su ámbito. Personas que estudian en marcos diferentes como la contabilidad o la economía aplicada, pero que tienen como objeto investigar su vinculación con el deporte. Es muy bueno que Gijón continúe asumiendo el liderazgo de proyectos tan relevantes a nivel nacional.

De cerca:

Marcos Sanz Agüero

Nacido en Valladolid hace 62 años, en junio de 2007 asumió el cargo de director del gabinete del Consejo Superior de Deportes. Principal asesor de Jaime Lissavetzky, secretario de Estado para el Deporte, Sanz Agüero es Doctor en Filosofía y Sociólogo. Ha publicado diversos libros, entre los que también figuran temáticas relacionadas con el deporte. Aunque reside en Madrid, hace alarde de su espíritu deportivo al eludir decantarse por ninguno de los clubes denominados «grandes» del fútbol español.