Hace sesenta años que Argentina Granda Fernández y Mariano García Álvarez, vecinos que fueron de Olloniego ahora afincados en la villa de Jovellanos, se dieron el «sí, quiero» el 11 de febrero de 1950 en la capilla de Sardín (Ribera de Arriba). El pasado domingo, la veterana pareja volvió a pasar por el altar, aunque en esta ocasión lo hizo en la iglesia de Fátima. Con ellos estuvieron celebrando sus bodas de diamante sus dos hijos, José Mariano y María Jesús, acompañados de sus respectivas parejas, además de sus cuatro nietos (Cristina y Soraya Calzón García y Omar y Jael García Rivero) y sus tres bisnietos (Alejandro y Sergio Álvarez Calzón y Lidia García Calzón). El convite posterior tuvo lugar en Villamanín y contó con la presencia de la gran familia de esta pareja que, a los 79 años de ella y los 81 de él, mantiene la ilusión del matrimonio como el primer día.

El Ayuntamiento también acogió el sábado a varias parejas de desposados y a sus elegantes invitados. El grupo más numerosos se formó en torno a Arantzazu Antuña Marcos y Alejandro Menéndez Castro, vecinos de Poago. Por el volumen de invitados a este enlace se deduce que la parroquia rural debió de quedar desierta trasladándose hasta el Consistorio local para acompañar a la pareja, a la que casó el concejal Faustino García, encargado de los enlaces del pasado fin de semana. Actuaron como testigos de la ceremonia María Isabel Castro Muñiz y Rafael Andrés Antuña Galán. El restaurante La Torre se encargó de preparar el banquete posterior al enlace.

Elena Vázquez Feito y Francisco Javier Peña Chapinel también cambiaron el pasado fin de semana de estado civil. Estuvieron acompañados en el salón de recepciones por sus familiares más íntimos y los testigos, Tamara Vázquez y Germán Peña. Ambos son vecinos de Roces, y en estos momentos se encuentran ya en la Riviera Maya. El almuerzo nupcial se llevó a cabo en el restaurante Savannah, de El Natahoyo.

Despiden página nupcial la gijonesa Lorena Rodríguez García y el ruso Máximo Truntaev Siroyezhkin. La abuela del novio, una bilbaína «niña de la guerra», acompañó a los novios en tan feliz día. Ella es directora de recursos de una empresa y él trabaja como militar profesional. Fueron sus testigos Tatiana Truntaeva y Ramón Rodríguez. La pareja, que residirá en Gijón, festejó su enlace en el Gran Hotel Jovellanos. Hoy se encuentran en Nueva York, disfrutando de sus primeros días de casados.