Eloy MÉNDEZ

Un hombre de mediana edad fue detenido ayer en su domicilio del número 12 de la calle Avilés, en el barrio de Laviada, después de haber propinado una fuerte paliza a su pareja, embarazada de cuatro meses. Al parecer, la fuerte discusión que ambos mantuvieron a primera hora de la tarde alertó a los vecinos de este inmueble alquilado, que dieron la voz de alarma a la Policía. Los agentes detuvieron al presunto agresor en su vivienda y lo trasladaron a la Comisaría de El Natahoyo para que prestase declaración. Por su parte, la mujer tuvo que ser atendida en el Hospital de Cabueñes, donde le realizaron diversas pruebas debido a los golpes que recibió en el rostro y otras partes del cuerpo y a su estado de gestación.

Según el relato de varios testigos, las peleas en el domicilio de esta pareja «son constantes». Al parecer, llegaron al piso, en la planta primera de un viejo edificio, hace pocos meses, en régimen de alquiler. Desde entonces, los problemas no han parado. «Creemos que son toxicómanos y que pueden estar metidos en algún tema de tráfico de drogas», aseguraba ayer José Lafuente, residente en la zona. «Sean lo que sean, lo cierto es que dan muchísimos problemas», añadía por la tarde una de las testigos que alertó de la pelea a la Policía.

El altercado comenzó poco después de las tres y media, cuando se escuchó una fuerte discusión y gritos de auxilio de la mujer. En pocos minutos, el Cuerpo Nacional de Policía desplazó hasta la calle Avilés a dos coches patrulla. También fue avisada una ambulancia medicalizada, que llegó poco después. Tras una rápida operación, los agentes separaron al hombre de la mujer y lo trasladaron a los calabozos. Un cuarto de hora después, la víctima abandonó la vivienda por su propio pie, aunque muy nerviosa, llorando y con marcas visibles de la agresión en los pómulos y la boca, que tenía ensangrentada. Tras una primera revisión médica, los facultativos decidieron trasladarla al Hospital de Cabueñes para realizarle diferentes pruebas. La Policía no aclaró ayer si había presentado alguna denuncia por malos tratos con anterioridad.

Lo que sí parece claro es que la vivienda que actualmente habitan los implicados en la pelea se ha convertido en los últimos tiempos en un foco de problemas para los vecinos de esta zona de Laviada. «Cada poco cambian los arrendatarios, pero no sé cómo se arregla el dueño para meter siempre a gente que da problemas», explicaba ayer un hombre acostumbrado a las intervenciones de la Policía en el edificio. «Unas veces es por tráfico de drogas, otras por peleas, cualquier día va a pasar aquí una desgracia gorda», añadía, minutos después de que la ambulancia abandonara la calle.