R. VALLE

Septiembre. Ése es el nuevo plazo previsto para tener finiquitado el nuevo pabellón polideportivo Coto-Ceares-Viesques, que se financia gracias a 2,5 millones de euros del fondo estatal de inversión local, el nombre oficial del denominado «plan Zapatero» del año pasado. De hecho, esta obra ha pasado a convertirse en la mancha negra en la gestión municipal de ese plan que impulsó cuarenta obras a lo largo y ancho de todo el territorio gijonés. El nuevo pabellón, como todas las obras del FEIL, tenía que haber estado terminado antes del 31 de diciembre de 2009. Discrepancias entre las empresas responsables de la dirección, Tecnia, y de la obra -Tecnia y Los Álamos, respectivamente- llevaron a la paralización de los trabajos durante varias semanas.

A partir de la concesión de una prórroga el Ayuntamiento planteó que los trabajos estarían completados este mismo mes de mayo. Sin embargo, la realidad ha sido otra. La Junta de Gobierno estudiaba, y aprobaba, ayer una nueva petición de prórroga para la finalización de las obras planteada por la constructora. Ahora, según explicaba el edil Santiago Martínez Argüelles, la justificación de la demora está en «inconvenientes meteorológicos». El nuevo plazo se prolonga hasta septiembre, fecha límite en la tramitación diseñada pro el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque con la intención de que el trabajo pueda estar acabado mucho antes. «Lo hacemos así para tener la máxima seguridad», explicaba el edil de Hacienda.

El ansiado polideportivo se ubica en una parcela de 7.163 metros cuadrados existente entre las calles Niort y Juan Botas, donde estaba el antiguo terreno de juego del Manuel Rubio. El eje central del pabellón es una pista de 64 por 30 metros que se puede dividir en cuatro zonas con separaciones móviles.