R. V.

«En 2011 desaparecerá físicamente la barrera ferroviaria de Gijón». Así de seguro se mostraba ayer el edil de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, sobre el cumplimiento de los plazos del calendario de trabajo que tiene entre manos la sociedad Gijón al Norte. Sanjurjo rechazó que pueda afectar a esta entidad cualquier ajuste impuesto por el Gobierno nacional sobre el recurso a créditos. Gijón al Norte, que es una sociedad con identidad propia, aunque esté integrada por las administraciones local, autonómica y estatal, realizó ya hace meses una operación con un grupo de cuatro bancos para acceder a un crédito de 36 millones. Parte de ese dinero es el que ahora se está utilizando para pagar las obras de la estación provisional en Sanz Crespo y unas actuaciones ferroviarias complementarias en el área de La Calzada y Tremañes.

Sanjurjo aseguró ayer que las obras de construcción de este equipamientos van «a velocidad de crucero», con lo que estará operativo a finales de este año como se había previsto desde un principio. Una vez en marcha la estación, se continuará con el plan de actuaciones con el proceso de recuperación de los terrenos ferroviarios de su entorno y el desmontaje de las vías e instalaciones que ahora conforman una frontera física en pleno corazón de la ciudad.

El responsable del urbanismo local no ve problemas económicos para el desarrollo de esta operación, pese a la dura situación económica que se vive a nivel nacional y los duros ajustes en sus gastos que se están viendo obligadas a realizar todas las administraciones. «Toda esta operación se sustenta en el valor patrimonial de unos terrenos. Y no es un valor decreciente. Al contrario. Estamos hablando del mejor suelo residencial que se puede tener en Gijón», indicó el concejal. La venta de ese suelo para el desarrollo de 1.300 a 1.500 pisos es la base de la financiación de la operación de eliminación de la barrera ferroviaria.