C. JIMÉNEZ

Las primeras viviendas que pasarán la inspección técnica que el Ayuntamiento de Gijón quiere imponer a aquellos edificios que superen los 40 años serán las 1.295 construidas antes de 1910. Las revisiones se iniciarán en 2012 y se realizarán de forma escalonada, por orden de antigüedad, hasta 2018. El concejal de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, desgranó ayer nuevos detalles sobre la nueva ordenanza municipal, planteada a imagen de la inspección técnica de vehículos (ITV), y que se debatirá en el Pleno de julio. La medida afecta a 46.950 inmuebles, casi un tercio de los existentes en toda la ciudad, y se presenta como un sistema de garantía y conservación tanto para los propietarios como para los viandantes. Los edificios industriales están excluidos.

Ante el elevado volumen de inmuebles a revisar, el proceso se realizará de forma gradual, comenzando las inspecciones por las edificaciones de más de 75 años que se verán expuestas a este trámite una vez cada lustro. Las de 40 años lo harán una vez cada década. Entre 2012 y 2018 se procederá a revisar todos los inmuebles construidos antes de 1971. Una vez superado el trámite plenario, la ordenanza estará sujeta a un período de información pública para que cualquier ciudadano pueda realizar las alegaciones oportunas. El documento definitivo verá la luz en el primer trimestre de 2011. Después se elaborará un censo de edificios. A expensas todavía de ese procedimiento, la estimación inicial apunta a que podrían ser entre 6.000 y 8.000 para la franja de más de 40 años.

Las inspecciones tendrán en cuenta tres elementos básicos. Por un lado, la estructura del edificio; la envolvente, esto es, fachadas y cubierta y las instalaciones: agua, saneamiento, electricidad, ascensores... Esos datos se llevarán a una ficha que deberá ser acreditada por el técnico competente. Si hay indicaciones de defectos se abordará el procedimiento de actuación a seguir por parte de los propietarios.

La norma incluye un régimen sancionador para quienes se nieguen a realizar este trámite, además de las tasas correspondientes que se aplicarán en función de lo que dicte «el mercado», explicó el concejal. «El principal coste no van a ser las inspecciones sino las obras que se deriven de ellas», advirtió.

Si el informe técnico es limpio, los datos del inmueble pasarán a un registro digital que estará abierto a consulta pública. «La inspección interesa a todos porque garantiza un servicio básico, da información al propietario del valor de su vivienda y permite disfrutar de un parque inmobiliario mejor conservado y más seguro para todos», remarcó Sanjurjo, quien sumó a todos estos beneficios la creación de nuevos yacimientos de empleo para técnicos especializados en las citadas inspecciones inmobiliarias.

El registro

Total

La ciudad suma 100.788 inmuebles, según los datos del Ministerio de Vivienda hasta 2001. De ellas, 1.295 se levantaron antes de 1900, 1.386 entre 1900 y 1920, 1.734 entre 1921 y 1940. En 2012 y 2013 se realizarán inspecciones para edificios construidos antes de 1910.

Boom inmobiliario

El cómputo mayor se sitúa en la década de los 60 y 70 con 31.243 y 28.992 viviendas construidas. En las dos últimas décadas del siglo XX se edificaron 10.004 y 14.842 inmuebles, respectivamente.