M. CASTRO

La plataforma vecinal contra el muro de Cabueñes acusó ayer a la alcaldesa de Gijón, Paz Fernández Felgueroso y al edil de urbanismo, Pedro Sanjurjo, de tratar de ocultar la exclusión del catálogo urbanístico de Gijón de la carvayera de Zarracina, que hasta ahora gozaba de protección como patrimonio natural del concejo.

La descatalogación de esta carbayera, que linda con la zona prevista en el plan parcial de Cabueñes para construir los accesos de esta futura urbanización a la Ronda Sur, fue omitida de la documentación relativa a las modificaciones del catálogo urbanístico que ha hecho públicas el Ayuntamiento de Gijón a través de su página web. La plataforma se percató de la modificación tras consultar en el propio Ayuntamiento, la documentación en papel sobre el catálogo.

La portavoz de la plataforma, Cristina Moreno, dejó entrever que detrás de la eliminación de la protección de esta zona natural están los intereses especulativos, para mejorar los accesos a la autopista de la futura urbanización de Cabueñes. Si se permite cortar los robles, sería posible construir un vial de cuatro carriles, al ampliar la carretera actual, que está encajonada entre dos zonas hasta ahora protegidas, como son la citada carvayera y la senda fluvial del Tragamón.

No obstante, Moreno considera que son la Alcaldesa y Sanjurjo quienes tienen que dar explicaciones a los gijoneses sobre «con qué propósito se ha hecho este engaño alevoso» el el catálogo urbanístico que se aprueba a finales de este mes.

Según la plataforma contra el muro de Cabueñes, la ocultación de información a los gijoneses, cuya prueba más clara es el caso de la carvayera, «contamina y echa abajo el catálogo urbanístico», por lo que exigen que «el catálogo se paralice inmediatamente».

El colectivo que trata de evitar un nuevo desarrollo urbanístico en Cabueñes convocó ayer una rueda de prensa para desvelar la actuación del gobierno local respecto a la carvayera. Previamente ya habían presentado una alegación en el periodo de información pública, para que el Ayuntamiento reconsiderara la decisión de eliminar la protección al robledal en el nuevo catálogo urbanístico. El Ayuntamiento aún no les ha constestado.