R. VALLE

Primero, garantizar el crecimiento económico de la ciudad generando nuevo suelo industrial y, en segundo lugar, habilitar el suelo estrictamente necesario para cubrir la demanda previsible de vivienda para los próximos diez años. Estos, y por este orden, son los principales objetivos del nuevo Plan General de Ordenación (PGO), cuyas líneas generales presentó ayer el edil de Urbanismo, Pedro Sanjurjo, a todos los miembros de la Corporación en la primera de las cuatro sesiones extraordinarias que tendrán lugar este mes como previa a la aprobación del documento en el Pleno del próximo día 30. «Queremos más Gijón industrial y sólo el Gijón residencial necesario», sentenció el edil de Urbanismo gijonés como lema de este desarrollo de modelo de ciudad. Este PGO sustituirá al anterior documento urbanístico aprobado de manera definitiva en el año 2007 y que fue tumbado el año pasado por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias con varias sentencias que denunciaban irregularidades en su tramitación.

A partir del reconocimiento de una superficie real a efectos del planeamiento urbanístico de 184,9 kilómetros cuadrados (al sumar ya la ampliar del puerto de El Musel y los terrenos ganados al mar en la zona de la ría de Aboño), el PGO a debate reserva sólo un 5% de ese terreno al crecimiento de la ciudad como nuevo suelo urbanizable. El porcentaje se divide en un 3% para nuevo suelo industrial y un 2% para nuevo suelo residencial. O, respectivamente, 514 y 367 hectáreas.

n plena crisis económica, Sanjurjo defendió la necesidad de «garantizar el suelo necesario para que ninguna empresa tenga dificultades para instalarse en Gijón». Ese espacio de crecimiento económico incluye la más que avanzada operación de la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (ZALIA) pero también ampliaciones en las áreas industriales de Porceyo y Roces y, sobre todo, un nuevo polígono de 558.000 metros cuadrados en Somonte Alto. Un área que combinará los usos industriales con los terciarios para facilitar la posibilidad de convertir algún día en realidad la Ciudad del Motor que se había diseñado para el entorno de Sotiello.

Contenido y limitado es la consideración que da el gobierno local al desarrollo residencial que afecta a 367 hectáreas. A lo largo de la próxima década Gijón ofrece espacio para la construcción de más de 20.000 viviendas aunque sólo unas 8.000 se corresponden con los nuevos suelos urbanizables. Otras 13.000 se construirán en suelo urbano pendiente de planes anteriores. No hay grandes novedades en este apartado con respecto al plan anulado en los tribunales. Se mantienen las operaciones residenciales de Castiello, Cabueñes, Infanzón. Porceyo y Granda y se incluye la operación de vivienda de Jove que ya está en marcha aunque no aparecía en el documento urbanístico anterior. Para el edil de Urbanismo este planeamiento se corresponde con una «versión corregida» de la denominada Alternativa 1 del documento de prioridades que se presentó a los vecinos para recibir sus sugerencias.

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