J. MORÁN

«Nuestros alumnos no han de ser los engranajes de una empresa, sino personas que levanten la mirada por encima del circuito vicioso de ir de casa al trabajo y del trabajo a casa. La vida es más que producción y consumo». Lo aseguró el provincial de la Compañía de Jesús, Juan Antonio Guerrero, que ayer presentó el relevo en las direcciones de dos instituciones de los jesuitas en El Natahoyo: la Fundación Revillagigedo y el Hogar de San José.

José Manuel Ovies Muslera, director del Revillagigedo, cede el testigo a José Luis Casaprima Pradales, profesor y jefe de estudios del centro. Ambos son laicos. Y el jesuita Constantino Viñuela Rodríguez deja el mando del Hogar de san José para que lo asuma el también miembro de la compañía Cipriano Díaz Marcos.

Los nombramientos de Casaprima y Díaz Marcos fueron leídos ayer al final de una misa en la parroquia de San Esteban del Mar. «Lo hacemos en una eucaristía y no en un acto académico porque la misa es para nosotros acción de gracias y alimento para el camino de la misión de Cristo», explicó Guerrero.

El provincial agradeció a José Ovies y a Constantino Viñuela su trabajo durante los últimos «años inciertos y con muchas transformaciones, tanto en el Hogar como en la Fundación; lo habéis hecho con una respuesta creativa a una realidad cambiante».

El Hogar de San José ha incluido en los últimos años la atención a menores inmigrantes y otra de sus líneas de trabajo ha sido la de iniciar el acompañamiento de chavales más allá de los 18 años, hasta su inserción laboral y social.

Respecto a la Fundación Revillagigedo, el provincial Guerrero resaltó que se trata de «un proyecto claro, de solidez institucional y con buenos equipos de profesores». Y ello se dirige a «una Formación Profesional (FP) siempre amenazada por el Estado, en circunstancias titubeantes y también a causa del mercado laboral». Dirigiéndose a los dos laicos, Juan Antonio Guerrero agradeció a sus esposas la benevolencia por el tiempo tomado de la familia y empleado a las responsabilidades del cargo.

El provincial de la Compañía también hizo votos para que los alumnos de los centros de jesuitas «se incorporen a la Iglesia como cristianos».

Además de Guerrero, Díaz Marcos y Viñuela, la misa de ayer fue celebrada por el párroco de San Esteban del Mar, José María Arranz, y por Pedro Armada, superior de los jesuitas de El Natahoyo. Les acompañaron Higinio Pi, delegado de apostolado social de los jesuitas; Antonio España, coordinador de los centros educativos de Asturias, y José María Vaca, secretario provincial. Profesores del Revillagigedo, así como educadores y alumnos y alumnas del Hogar también estuvieron presentes.

La Cruz de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, que fue obsequio de Juan Pablo II a los jóvenes católicos y que recorre Asturias durante esta semana, fue expuesta ayer en el Sanatorio Marítimo, por la mañana, y en la basílica del Sagrado Corazón, la Iglesiona, a la tarde. El obispo auxiliar, Raúl Berzosa, presidió con tal motivo una misa que llenó el popular templo. En la fotografía, unas jóvenes besan la Cruz.