Pablo GALLEGO

El curso 2010-2011 será el primero en el que la Universidad de Oviedo iniciará las clases de primero con todas sus titulaciones adaptadas al espacio europeo de educación superior (EEES), dentro del proceso conocido como «plan Bolonia». Pero a pesar de que la mayor institución académica del Principado ha logrado ponerse al día en la convergencia con Europa en un tiempo casi de récord -ha logrado adaptar todas sus titulaciones en menos de dos años-, el día a día de los nuevos grados puede ser mucho más complicado que su diseño.

En varias ocasiones, diferentes representantes de la Universidad -tanto el rector, Vicente Gotor, como otros miembros de su equipo- rechazaron la idea de que el nuevo curso fuese a venir acompañado de dificultades docentes. Pero otros, como el decano de la Facultad de Derecho, Ramón Durán, opinan ahora que los problemas serán «indudables». Entre otras cosas, porque Bolonia marca un número máximo de 50 alumnos por clase y profesor, pero en la Universidad de Oviedo la cifra llegará a un máximo de 80. «Con el anterior modelo docente no sería ningún problema, pero ahora el alumno necesita una mayor dedicación, y los docentes van a estar desbordados», vaticina. Para poder tener grupos más pequeños hacen falta más profesores, algo que «en la actual situación es imposible», reconoce Durán. Esa «situación» vendría derivada de la imposibilidad de aumentar el presupuesto de la Universidad.

Un acto solemne, hoy, en la Biblioteca del Edificio Histórico de la Universidad, en Oviedo, marcará el «año uno» de «Bolonia».