C. JIMÉNEZ

La implantación, este curso, del grado de interpretación textual y el de danza clásica en la Escuela Superior de Arte Dramático y Profesional de Danza (ESAD y PD) es un paso más en la definición del centro mediante una oferta académica «rigurosa y de calidad», en palabras de su director, Eladio de Pablo. El centro inauguró ayer el nuevo curso y despidió a las últimas promociones de interpretación textual y dirección de escena y dramaturgia con una reivindicación expresa sobre la dignificación de las enseñanzas artísticas en el Principado: «Asturias debe contar con un conservatorio de danza con todas las de la ley», defendió el director. A su juicio, la implantación este curso del grado profesional de danza clásica, ligado a la ESAD, no es más que «la primera piedra» de lo que debería ser un gran centro al que «habrá que proporcionar el acomodo adecuado», remarcó Eladio de Pablo.

Igual de combativo en la defensa de las enseñanzas artísticas estuvo el director de escena Jesús Cracio, aunque centrado en el ámbito de la interpretación. Como responsable de la lección inaugural del curso en la ESAD, Cracio animó a los futuros actores a no rendirse nunca porque, según dijo, la suya es una profesión «como un dulce veneno» que se asemeja mucho, además, «a una maratón; uno nunca deja de aprender cosas». Sobre la cultura del esfuerzo, también instruyó a los futuros titulados Eladio de Pablo, quien señaló que las disciplinas artísticas contemplan «un 10 por ciento de inspiración y un 90 por ciento de transpiración». Cracio lamentó la escasa valoración que se les da actualmente en determinados ámbitos: «La programación de los teatros se vende al mejor postor y los cachés de rodaje en televisión están ahora más bajos que en 1984».

En su relato sobre la profesión del actor, el director de escena, que confesó que «iba para futbolista», animó a los futuros actores con un decálogo de «reflexiones, consejos y "caxigalines"», como él mismo denominó, para que no decaigan en su desempeño profesional: «El obstáculo debe ser un trampolín para los artistas. A más problemas, más oportunidades tienes». Y concluyó refiriéndose a la magia de un oficio que permite a los actores «hacer despiertos lo que el resto del mundo sólo se atreve a hacer cuando está dormido».

Como retos más inmediatos para la ESAD, el nuevo equipo directivo, encabezado por Eladio de Pablo, apuesta por la implantación de becas Erasmus y másteres de enseñanzas artísticas. «Mi empeño es que la ESAD crezca y dé los mejores frutos», concluyó.