M. C.

La administración concursal de Factorías Juliana considera que puede ser cuestionable la hipoteca de los terrenos del astillero gijonés a favor de Pymar, que se formalizó en octubre de 2008, tan sólo siete meses antes de que Juliana se declarara en concurso de acreedores.

A cambio de hipotecar los terrenos en un máximo de 20,69 millones de euros, Pymar avaló a Factorías Juliana ante el Banco Popular para que le concediera en aquella fecha un crédito de 15 millones de euros, que le permitió proseguir con la construcción de los buques sísmicos.

La hipoteca sobre el principal activo de Factorías Juliana asegura a Pymar el cobro de la mayor parte de lo que le adeuda el astillero (960.000 euros directamente más otros 28,4 millones que avaló ante el Banco Popular). Los demás acreedores no disfrutan de esa garantía.

La hipoteca de los terrenos a favor de Pymar puede anularse, si finalmente lo solicita la administración concursal o cualquier acreedor, y lo acuerda el juez, debido a que la misma se realizó dentro del plazo de dos años antes de la declaración del concurso, en el cual se pueden revisar todas las operaciones y anular las que perjudiquen a la empresa.