Miriam SUÁREZ

«Somos gente normal, trabajadores que siempre hemos vivido de un jornal. Imagínate cómo nos vino este pellizquín». Jorge Gallego forma parte de la peña gijonesa, vinculada a la Unión Sindical Obrera (USO), que dio la campanada en el último sorteo de la lotería primitiva. El premio les ha dado una alegría de 2,6 millones de euros, a compartir entre 18 compañeros. Así que el «pellizquín» asciende a 144.444 euros (unos 24 millones de las antiguas pesetas).

La peña apuesta a los mismos números desde 1994. En estos 16 años, habrán gastado «unos 25.000 euros entre la primitiva y el Euromillón», sin que jamás sacasen nada en claro de sus apuestas semanales. En el sorteo del pasado sábado, el azar se puso por fin de su parte: «No es un premio grandísimo, pero sirve para cubrir necesidades. Aquí hay muchas familias con hipoteca y gente que pasa temporadas en el paro», incide Jorge Gallego, que ocupa la secretaría de organización de USO en Asturias.

La mayoría de los integrantes de la peña trabajan o han trabajado en el centro de formación que el sindicato tiene en el polígono industrial de Roces. El grupo sella sus apuestas en la Administración de Loterías número 32, situada dentro del centro comercial Alcampo. «Como son siempre las mismas, dejamos el papel de las apuestas en la administración, y las chicas que trabajan allí se encargan de echarnos la primitiva y el Euromillón. Así que el mérito es suyo», agradecen.

En total, hacen ocho apuestas. El pasado sábado, una de ellas coincidió con la combinación ganadora de la primitiva, formada por los números 12, 15, 20, 36, 37, 44 (complementario el 24, y reintegro el 5). «El domingo (10 de octubre) bajé como de costumbre a por el periódico y leí en la portada que había tocado la primitiva en el Alcampo. " Ya podíamos ser nosotros", le dije a la mujer. Entonces miré los números, y ahí estaban», cuenta el responsable de pagar las apuestas cada semana.

A partir de ahí, la noticia corrió como la pólvora entre los afortunados. «Cuando me llamó para decirme que éramos nosotros los del Alcampo, pensé que era una broma», señala Jorge Gallego, que todavía tardó unos minutos en asimilar el impacto. «La verdad es que todavía no he acabado de digerir la noticia. Con tanta crisis, las noticias siempre son las mismas. Por fin, algo bueno», comenta el secretario de organización de USO. De momento, no han tenido tiempo a celebrarlo. Pero todo se andará: «Cuando pase todo este follón de los primeros días, habrá que brindar».