Barro (Llanes),

M. TORAÑO

«Nunca faltan las canciones ni la buena armonía entre todos los participantes», explicó Ángel Martínez, uno de los 140 integrantes del grupo «La Gaita de Gijón. Amigos de Llanes» que el sábado se desplazaron a la localidad llanisca de Barro para celebrar la Fiesta de la Amistad y la proximidad del cambio de año, porque aunque aún queda más de un mes para que concluya 2010, con este encuentro cerraron la temporada de festejos.

Para Martínez sólo hay un problema: «Siempre se quedan fuera varias personas porque no hay capacidad para que todos se alojen en Barro y no van a coger el coche después de la cena y el baile», aseguró. La familia crece cada año, y en esta ocasión, alrededor de treinta interesados se quedaron con las ganas de asistir a la fiesta organizada en el hotel Kaype-Quintamar, justo al lado de la playa.

Sobre las 19.00 horas del sábado los participantes ya estaban instalados. Algunos viajaron desde Gijón con sus coches particulares y el resto lo hicieron en un autobús contratado para la ocasión. «Estamos muy contentos porque vienen unos matrimonios de Bimenes con los que tenemos muy buena sintonía», afirmó Martínez. El grupo se desplazó a Llanes para dar una vuelta, tomar unas botellas de sidra antes de cenar y echar algún cantar por la villa, ya que entre los gijoneses hay buenas voces como las del «Trío Edén» o la de Lito, al que acompañó un cuarteto de músicos.

El menú que degustaron estaba compuesto por sopa de marisco, lenguado relleno de guiso de centollo con salsa de carabineros, carrilleras de cerdo ibérico al oporto con compota de manzana y patatinas y, como postre, tarta selva negra con helado de leche merengada. Todo regado con vinos de denominación de origen y cava al final. A los cafés se entonó el tema «Gijón del alma» y, tras el banquete, comenzó la música, a cargo de Tere Rojo y su orquesta. Los más atrevidos incluso se animaron a apuntarse para competir en el concurso de baile. Como toda buena fiesta, a altas horas de la madrugada las sopas de ajo cerraron la velada.

Algunos continuaron el domingo el recorrido por el oriente asturiano y las celebraciones los llevaron a visitar la ciudad de Cangas de Onís, su mercado dominical y Covadonga, para comer posteriormente todos juntos antes de regresar a sus casas. Pero pronto volverán por el concejo llanisco, ya que visitan la zona al menos tres veces al año. Además de la Fiesta de la Amistad, celebran San Valentín y el Día de la Madre. En la primera homenajean a las parejas que más tiempo llevan juntas y en la segunda regalan claveles a las mujeres.