R. GARCÍA

La Policía Nacional ha detenido a dieciocho personas dentro de una operación contra el tráfico de drogas en la ciudad en la que los funcionarios del grupo de estupefacientes han trabajado durante los últimos siete meses. Los agentes se incautaron de 550 gramos de cocaína y 163 de heroína, así como de dos armas de fuego y 8.810 euros en efectivo. Los principales acusados compraban en Cataluña la droga que luego vendían en Gijón, tal como avanzó ayer este periódico.

Las investigaciones en torno a esta red de traficantes dieron sus primeros pasos en el mes de agosto de 2010. Entonces los agentes detectaron un aumento en el consumo y venta de heroína en toda la ciudad. Tras desmantelar dos focos de venta de esta sustancia en La Calzada y El Llano, los policías recibieron una nueva comunicación y fijaron sus miradas en el barrio de Pumarín, en donde L. M. M. M. llevaba ya un tiempo dedicándose al tráfico de heroína. Este gijonés, conocido como «Mamel» en los ambientes delictivos, se desvelaría después como el cabecilla del grupo. El detenido actuaba con la colaboración de sus dos hermanos. Uno de estos acusados, de profesión camionero, aprovechaba sus viajes como transportista a la zona mediterránea peninsular para aprovisionarse de estupefacientes, principalmente heroína. El otro era el encargado de la distribución de la droga en el escalafón más bajo de la red: el que vendía la heroína a los numerosos consumidores toxicómanos con los que había conseguido contactar en la ciudad.

Dentro de estos pequeños compradores se encuentran otros de los detenidos, personas que distribuían la heroína entre compradores en otras localidades asturianas como Pola de Siero, El Berrón y Trubia.

Durante el transcurso de las investigaciones los agentes también averiguaron que estos tres hermanos estaban relacionados con otra pareja de asturianos dedicada a la comercialización de cocaína. La droga procedía del centro del país. Según portavoces de la Comisaría de Gijón, estos dos arrestados se desplazaban «de forma regular, a veces juntos y otras solamente el varón, para conseguir cantidades aproximadas de medio kilo de esta sustancia». Los acusados escondían la cocaína en el interior de su vehículo para evitar que se pudieran detectar en un control de tráfico. Alertados acerca de esta circunstancias, varios agentes del grupo de estupefacientes establecieron un control especial en la avenida de El Llano para detener a estos acusados a la entrada de la ciudad.

En el momento del arresto, el conductor del vehículo «reaccionó de forma violenta embistiendo a los agentes con su coche y efectuando para su evasión maniobras temerarias, conduciendo sin respetar ninguna norma de velocidad ni de tráfico». El ahora imputado llegó incluso a circular por dirección contraria en la Autovía Minera. Dos de los agentes que participaban en este operativo resultaron heridos. Uno de sus vehículos tuvo que ser posteriormente reparado.

Los policías consiguieron finalmente detener al acusado, un vecino de la ciudad cuya identidad responde a las iniciales J. I. A. R. y que es conocido con el alias de «Cochina». Los funcionarios policiales le intervinieron 550 gramos de cocaína que permanecían ocultos en el interior del vehículo.

Todos los arrestados dentro de esta operación tienen nacionalidad española y residen en Asturias. Los cuatro principales cabecillas de esta trama se encuentran ya en prisión por orden de la juez que instruye el procedimiento, que es la titular del juzgado de instrucción número 4 de la ciudad, Ana López Pandiella.

Los encargados de llevar a cabo la investigación realizaron varios registros domiciliarios en la ciudad a lo largo de los últimos siete meses y se incautaron de varias joyas (como pulseras, anillos o relojes) que podrían haber sido obtenidos como pago de estupefacientes por parte de los toxicómanos, según informaron ayer desde la Comisaría de El Natahoyo los portavoces del Cuerpo Nacional de Policía.

Gracias a este trabajo, el grupo de Estupefacientes de la Policía Nacional en Gijón también consiguió neutralizar la venta de heroína en el barrio de Laviada, en donde fue detenido un vecino de la avenida de la Constitución acusado de distribuir este tipo de estupefacientes desde su domicilio.

La fiscalía y los cuerpos de seguridad ya habían advertido hace meses del importante aumento en el consumo y la venta de heroína que se había producido en todo el país como consecuencia de la crisis económica. Los expertos aseguran que la heroína tiene el mismo precio que otros estupefacientes, como la cocaína, pero que sus efectos «son más duraderos».