M. SUÁREZ

Los locales comerciales de El Molinón ya empiezan a tener nombre. Al gimnasio Metropolitan se suma ahora la cadena Brutus. Esta empresa de restauración, especializada en comida rápida de gran tamaño, ya ha desplegado un cartel en el fondo Sur anunciando su próxima apertura. Esta publicidad es la antesala de unas obras de adecuación que serán, muy posiblemente, las primeras en llevarse a cabo dentro de los bajos del estadio rojiblanco.

«Si fuese posible, nos gustaría empezar la semana que viene», apunta el director general de la firma, Raúl Mollá, que se marca como objetivo «abrir a finales del mes de mayo; principios de junio, lo máximo». Con este proyecto, la cadena Brutus se estrena en el mercado asturiano y toma posiciones para abrirse a otras comunidades de la cornisa cantábrica. «Los restaurantes más al Norte están en Madrid o Zaragoza», señala Mollá.

La compañía, de origen alicantino, tiene una veintena de establecimientos en España y Portugal. Su línea de negocio está basada en un nuevo concepto de restauración, que ofrece «comida a tamaño XXL» para compartir. La experiencia de instalarse en los bajos de un campo de fútbol no es nueva: «Ya tenemos un restaurante en el Martínez Valero de Elche, también en el fondo Sur».

En el caso de El Molinón, ocuparán un local de 240 metros cuadrados, con un aforo estimado de 120 personas. «Conocimos lo que iba a hacerse en El Molinón a través de nuestro franquiciado en Asturias y nos pareció algo muy interesante, por la visión que va a tener el estadio, por el aparcamiento...», explica Raúl Mollá. El acuerdo con el grupo Procoin, concesionario de los bajos del estadio, acaba de formalizarse, después de un año de negociaciones.

Brutus se situará en el extremo del fondo Sur que linda con la «Tribunona». Su local es sólo una parte de lo que se ha bautizado como Molinón Centro, cuya superficie alcanza los 12.000 metros cuadrados. El Ayuntamiento adjudicó su explotación a Procoin por un período de 40 años. La constructora, a cambio, ha tenido que hacerse cargo del acondicionamiento de los bajos para uso comercial y hostelero, así como del cambio de imagen del estadio municipal.

La nueva fachada de El Molinón lleva la firma del artista Joaquín Vaquero Turcios (fallecido hace un año), que ha dejado en el campo de fútbol gijonés su obra póstuma. La intervención pone la guinda a un plan de reforma que ha encadenado distintas actuaciones, con una inversión conjunta que supera los 30 millones de euros. El 29 de abril, si no surge ningún imprevisto, Procoin dará por finiquitada la remodelación.

Para que la nueva actividad comercial del estadio armonice con la creación de Joaquín Vaquero Turcios se controlarán ciertos aspectos estéticos como, por ejemplo, el tipo de carteles o letreros que van a colocar los negocios. Procoin trabaja con el hijo del artista en una solución que mantenga las cualidades plásticas de la fachada, revestida en mallas elásticas de poliéster y PVC, y salpicada con elementos tridimensionales de colores.