Eloy MÉNDEZ

Las llamas de las hogueras de San Juan que hace unos días abrieron las fiestas en numerosos barrios y parroquias del concejo resultaron ser el preludio del abrasador domingo de festejos populares, que ayer se desarrolló marcado por los más de treinta grados que muchos termómetros anunciaban junto a las carpas y atracciones. La Calzada, el Polígono, Mareo y Tremañes pusieron el punto y final a sus celebraciones en medio de un bochorno atípico para finales de junio, pero que sirvió de revulsivo para un buen número de visitantes, especialmente a primera hora de la noche.

En La Calzada, una paella gigante animó a muchos vecinos a dejarse caer por la gran comida popular organizada bajo las carpas instaladas en el paseo de la playa de El Arbeyal, que estuvieron abarrotadas durante toda la jornada. Durante la preparación del almuerzo, que corrió a cargo de los organizadores, los asistentes pudieron disfrutar de la actuación del grupo folclórico «Los Collacios». Después, llegó la actuación de Pablo Picallo y el campeonato de juegos infantiles y autóctonos. La música disco que empezó a sonar a media tarde, animó no sólo a los asistentes, sino también a los numerosos bañistas que se dejaron guiar por el ritmo de los especialistas que pinchaban bajo la carpa y que se acercaron, en bañador y sandalias, hasta el corazón de la fiesta. El grupo «Trapecio» puso el colofón a cuatro días de infarto en uno de los barrios más populosos de la ciudad.

Dentro también del territorio urbano, los festejos se despidieron en el Polígono con un pasacalles que llenó de música las vías del vecindario a mediodía y que contó con la participación del grupo «Flor de Xaranzaina». La «comida en la calle» volvió a convertirse en el plato fuerte de las tres jornadas de diversión, al congregar a decenas de vecinos, que disfrutaron con juegos y pasatiempos. Una exhibición de baile y la actuación de «Los Salaítos» remataron la faena.

Multitudinaria fue también la fiesta en Tremañes, que inició la mañana con una misa en honor a San Juan, seguida de un pasacalles. La sesión vermú en la sede de la Asociación de Vecinos «San Juan Bautista» y la traca de voladores pusieron el punto y final a una celebración con gran solera. A esa hora, niños de Primera Comunión protagonizaron otra tradición muy arraigada: la misa y procesión del Corpus Christi en San Pedro.

Una eucaristía cantada por la «Agrupación Coral de Porceyo», la actuación del grupo «Excelsior» de La Pedrera, una comida campestre, un campeonato de tute, otro de juegos infantiles y la verbena amenizada por «Pasito Show» y «Rubbber Cats» consiguieron llenar hasta los topes durante todo el día Mareo, que cerró una semana de apoteosis.