Selene ALONSO

«Debes creer en lo que haces». Podría decirse que esta es la frase por la que se mueve Ana Rocío González, una recién estrenada empresaria de Gijón, de 39 años, cuya vida laboral ha sido hasta el momento de lo más variada. Su primer trabajo fue en unos grandes almacenes, «pero como el tema de la alimentación es algo de lo que te cansas muy fácilmente, cambié y me metí en seguridad de obras. Luego, viendo cómo trabajaban en ellas los obreros, me convencí de que yo podía hacer lo mismo que los hombres».

Precisamente esta convicción fue la que le llevó a probar en el mundo de la topografía, profesión a la que se dedicó durante tres años, pero como viene pasando en casi todos los sectores, también en el suyo llegaron los recortes de personal y se quedó en el paro junto con gran parte de la plantilla de la empresa en la que trabajaba. Su experiencia como topógrafa reforzó su atracción por el mundo de la construcción; «lamentablemente es un sector que está muy mal, y más todavía si eres mujer. Sólo ese detalle te cierra muchas puertas». Pero eso no hizo que se rindiera, sino que buscó la forma de adaptarse de nuevo y seguir adelante: «Estando parada me saqué un curso de gruista de torre, pero esto tampoco me dio trabajo». Finalmente Ana Rocío González se decidió a probar suerte en internet, en donde considera que hay muchas oportunidades. «Por ejemplo, encontré una página muy interesante en Facebook en la que la gente pone todas las ofertas que encuentra, porque aunque a él no le sirvan puede ser útil para alguien», relata esta gijonesa.

Fue así, navegando por la red, como encontró la oferta de una cadena de perfumería francesa, con franquicias por muchos países, que ayuda a todos los emprendedores que estén dispuestos a probar suerte con una iniciativa muy escasa en el norte de España y que de la mano de Ana Rocío González llega ahora por primera vez a Asturias.

Convencida como estaba de que será difícil que vuelva a su anterior trabajo, esta gijonesa decidió retomar un sueño de la infancia: «El mito de ser empresaria y ser tu propio jefe. A todos se nos pasa por la cabeza tratar de conseguir esto cuando somos pequeños», cuenta. Así que cuando encontró en internet la oferta de la cadena de perfumerías consideró que podía ser ese «algo diferente que estaba buscando; y me pareció buena idea». Aunque también confiesa que nunca se hubiera lanzado a la aventura si no contase con el apoyo incondicional de su familia: «Mi marido y mi hija me ayudan mucho, ellos fueron los que me impulsaron a dar el paso».

Aunque esta modalidad de perfumería es algo nuevo en Asturias, al menos así lo cree Ana Rocío González, por lo que está notando puede haber sido un acierto abrir esta tienda. «Creo que a la gente le gusta, cada vez vienen más, el problema es que dependes del boca a boca porque como es una marca barata no se pueden hacer grandes campañas publicitarias», relata. Y aunque todavía es pronto para asegurar nada, la tienda se inauguró hace apenas dos semanas, Ana Rocío tiene esperanza de que funcione, puesto que cada vez hay un mayor uso de las marcas blancas y precisamente esto es lo que vende en su tienda.

«Lo que tenemos aquí son marcas blancas de perfumes, son fragancias muy parecidas a las grandes marcas pero con una composición diferente que hace que el producto sea mucho más barato», explica. Aunque para ella sea todo un descubrimiento, lo que de verdad está descubriendo es que el perfume a granel es más viejo, casi, que el envasado más conocido por las nuevas generaciones. «Mi madre me cuenta que así es como se vendía antes; la gente llegaba a la droguería y pedía "lléname este frasco de Varón Dandy" por ejemplo». La ventaja, obviamente, que el precio es mucho más barato que el de cualquier perfume de los que hay en el mercado. Y es lo que más le gusta a Ana Rocío: «Compras la fragancia que te gusta, pero sin pagar el envase y la marca, aquí el frasquito de cristal sólo te cuesta un euro, no como en otros casos que pagas todo el diseño y las campañas publicitarias que hay por detrás».

De todos modos ella es consciente de que no es uno de los mejores momentos para abrir un nuevo negocio, pero aun así considera que por fin ha encontrado su vocación, ya que cree que su tienda de la calle de Brasil durará bastante tiempo; «creo que seguiré aquí en unos años, tendré que renovarme constantemente y trabajar duro, pero como creo en ello lo conseguiré, porque en el fondo lo más importante es creer en lo que haces y estar convencida de que serás capaz de sacarlo adelante».