Paloma BULNES

En verano cientos de perros son abandonados, una lacra que también ocurre en Asturias. La Asociación Amigos del Perro ha encontrado una solución para ofrecer un nuevo hogar a algunos de esos canes que de la noche a la mañana se han quedado sin amo, perdidos en la calle. Esta asociación asturiana tiene como objetivo principal velar por el bienestar animal y la defensa de los derechos de los mismos. Su misión se basa en una búsqueda continua de un nuevo «techo» para perros que sufren abandono.

Alejandra Mier, coordinadora de esta organización con sede en Gijón, recalca que «es de vital importancia buscar alternativas a estos pobres perros callejeros abandonados. En la mayoría de los casos se debe al capricho humano o simplemente a que algunos no tienen con quién dejarlos durante el período estival».

Amigos del Perro ha encontrado hogar a algunos de estos animales de compañía fuera de las fronteras españolas, concretamente en Holanda. En este país europeo se está desarrollando un programa de adopción que, por el momento, está teniendo una buenísima acogida por parte de las familias que participan en el proceso. La asociación gijonesa tiene firmado un convenio de colaboración con una fundación perteneciente a los Países Bajos para buscar el mayor número posible de adoptantes para perros asturianos en este país europeo.

Las familias holandesas interesadas en adoptar un perro se ponen en contacto con la organización de protección animal SOS Strays, integrada por miembros voluntarios que son los encargados de buscar cobijo a estos animales abandonados para que lo antes posible tengan el cariño y atención que se merecen. Además, después de la adopción se sigue manteniendo el contacto para saber cómo se encuentran los perros en su nuevo hogar y si fuera necesario informar de cualquier problema que pueda surgir tanto por parte del perro como de las familias.

Las personas interesadas solamente deben rellenar un formulario para conseguir la adopción del animal. Dependiendo de lo que se haya redactado en este impreso, la organización decidirá si la familia es apta o no para la adopción. En cualquier caso, en unos pocos días se les comunica el resultado. Si son aptos, el paso siguiente es que la asociación asturiana envíe fotografías de un perro con su correspondiente currículum, donde se cuentan detalladamente aspectos relevantes como son el carácter, la salud o el pasado vivido. Si por el contrario son considerados no aptos, se deshecha la solicitud formulada.

Entre ambas organizaciones se intenta buscar el mayor número de adoptantes posibles, adecuados para las necesidades de cada animal. La semana pasada partieron desde el aeropuerto de Ranón sesenta perros nacidos en Asturias, diez de la Comunidad de Madrid y cinco procedentes de Santiago de Compostela. Todos ellos se embarcaron con rumbo a una nueva vida con una familia holandesa.

Todos los que participan en esta iniciativa, incluida Mier, se muestran muy orgullosos con los resultados obtenidos durante este año. Por desgracia, la mayor parte de las veces es muy difícil encontrar un nuevo hogar al perro en Asturias porque, por su edad, son considerados «abuelos» y muchos son rechazados por los adoptantes locales. Por suerte, estos perros ancianos acaban teniendo un hogar en Holanda, lo que genera una gran satisfacción a todo el equipo, tanto voluntarios como trabajadores, porque de esta manera los animales no se ven obligados a pasar sus días en la fría jaula de una perrera y aunque sea por un corto período de tiempo pueden disfrutar de una nueva vida con una familia de acogida.

Mier señala que en otros países «se da más importancia al carácter del perro; los dueños quieren que sean sociables y esto es lo que suele ocurrir en países como Holanda. En España, se da más importancia al tema de la raza del perro que al carácter. Por ejemplo, en Holanda no les importa que el perro no sea de raza». Mier añade que los holandeses «tienen un planteamiento más inteligente y dan mucha importancia al perro como individuo. Es uno más de la familia, no es un juguete o un capricho». No en vano es habitual que los perros acompañen a sus dueños en múltiples tareas diarias, incluso en el trabajo.

Desde la Asociación Amigos del Perro hacen un llamamiento a la sensibilidad de los gijoneses para que reflexionen sobre la cantidad de animales que no tienen un trato adecuado o que directamente son abandonados. No siempre va a aparecer una familia holandesa que se haga cargo del animal, dejado de la mano de Dios.