R. GARCÍA

La ciudad de Gijón podría contar en los próximos meses con un centro destinado a la reinserción de los presos que se encuentren en tercer grado. El Consejo de Ministros del Gobierno central aprobó ayer en Madrid un acuerdo por el que dispone «destinar recursos financieros» para la construcción de varios centros de inserción social en toda España. Uno de ellos podría construirse, gracias a una financiación superior a los diez millones de euros, en una parcela municipal situada en el polígono de Los Campones, que la ex alcaldesa del Partido Socialista, Paz Fernández Felgueroso, ya se planteó en su día donar a la Asociación Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios.

La nueva instalación, que se edificaría en una parcela de más de 4.000 metros cuadrados, serviría para «dar una nueva oportunidad laboral» a los presos que cuentan con el tercer grado y sólo tienen que ir a la cárcel a dormir, tal y como informaron ayer fuentes cercanas al Ayuntamiento de Gijón. Los responsables municipales cederían la parcela, que cuenta con conexiones a redes de transporte público y está recogida como de carácter ocupacional en el Plan General de Ordenación Urbana, mediante una concesión por 75 años. La puesta en marcha de este edificio eliminaría el servicio del Centro de Inserción Social que actualmente se presta en la cárcel asturiana de Villabona, situada en el concejo de Llanera.

A pesar de que Instituciones Penitenciarias ha mostrado ya su interés para dotar a la ciudad de esta nueva infraestructura, los portavoces del Ayuntamiento de Gijón aseguraron ayer a este periódico que el proyecto «aún no está del todo maduro». De hecho, a pesar de que los responsables municipales del área de equipamientos ya enviaron la propuesta al Ministerio encargado de la materia, «aún no se ha recibido respuesta alguna», por lo que no se pueden concretar fechas de inicio de obras ni tampoco se estima a cuántos presos podría acoger este nuevo centro de inserción.