La parroquia de Castiello puso fin ayer a dos días intensos de celebraciones. Tras la corderada del sábado y la entrega del premio «San Pedro de honor» a Alfredo de Meana, los vecinos se reunieron ayer en la misa solemne celebrada en la capilla de San Miguel. Posteriormente disfrutaron de la soleada jornada con la tradicional sesión vermú, en la imagen.